El reloj biológico de los hombres

«Reloj biológico«: Maligno hijo de una hiena que te acercaste a mi en silencio. Intenté domarte, pensé que una buena vasectomía te callaría la puta boca, pero el destino movió sus hilos para que al final no se completara la operación… así que, acercándome a mis 45, sigo fértil y preguntándome ¿tendré hijos algún día? Y es algo que sigo sin responder… a veces tengo la sensación de que el Universo tiene más control sobre eso que yo.
No me entendáis mal, yo puedo poner mi granito de arena, peleo contra ese demonio que a veces hace que el amor quiera desbordarme más que metafóricamente, intento domar a esa parte de mi que siente curiosidad por saber si enfrentarme a la paternidad revelaría mi verdadera valía o no ¿Sería el hombre que me gustaría ser? ¿Se demostrarían mis flaquezas ante la vida? Es una pregunta curiosa… pero lo que siempre pienso, es que no hay margen para el error en lo relativo a escoger una compañera de baile para esa misión. He vivido rodeado de personas que escogían mal, unas que ya han sido reveladas, otras aún no, y supongo que por encima de eso… la vida se abre paso y los niños crecen, estén mejor o peor acompañados y con padres unidos o separados.
Alimento el argumento de que a un mundo como este, mejor no traer a un niño, pero es inevitable preguntarme qué se puede sentir al ver una flor nacer de ti. ¿Sería tan repelente como algunos de esos padres new age? ¿Conseguiría una educación más normal y consciente? ¿Cómo sería mi lechón? Muchas preguntas las que se quedan atrás con los años, y tampoco me disgusta el camino a seguir… el escogido por mi cabeza y no por mi otro cerebro azuzado por el corazón, que es siempre un niño caprichoso y díscolo. Sigamos girando la ruleta y veamos cómo sigue esta parti… vida.


📷 Imagen de Pixabay en Pexels

 

 

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