Dibujando el amor entre dos grandes películas de animación.
Esta semana me crucé con dos grandes películas, una de ellas, una obra maestra del cine, la otra una divertida cinta familiar que deja la tierna semilla de animarnos a salir de nuestra zona de comfort.
Pero la obra maestra me cruzó la cara, me dejó un sabor a La La Land, tras asistir a una hermosa, pero triste, obra de arte. Y es que hacía tiempo que sospechaba que Robot Dreams me esperaba con algo especial, pero con el corazón aún estremecido por esa película, no tengo claro aún si es bueno o malo, pero de lo que no dudo es de lo magistral de su línea argumental, y su forma de tocarte el corazón. La otra película de dibujos que llegó a mi vida fue Migración, y viaje de una familia hacia las aventuras y la valentía, huyendo de la cómoda y aburrida zona de confort.
Con spoilers…
La enseñanza de Migración es menor, tan solo habla de las zonas de confort y de cómo son una prisión, una que debemos abandonar para tener una vida más plena. Está claro que el confort del hogar va más allá del alimento y el calor, va de la tranquilidad de lo «bueno conocido», del «no estoy mal aquí», del «si lo tenemos todo ¿para qué cambiar?». Pero la vida es algo más que tener todo, es… viajar, supervivir, gritar, saltar, tener miedo y ser valiente, si solo tenemos una vida, qué pena vivirla como cobardes. Muy buena la película, sin duda.
Pero Robot Dreams es de otro nivel, es una película… magistral, que explora lo que perdemos y ganamos, y la vida siempre adelante. Creo que con pocas películas de animación me he sentido más identificado, y varios días después, sigo revuelto por lo duro que resulta aceptar que alguien a quien has amado, siga su vida sin ti. Me parece una de las mayores crueldades de la vida, sin duda. Y casi siempre, falta información, por una o por ambas partes, ni uno sabe lo que ha vivido el otro, ni el otro lo que ha vivido el uno. Se trata de adaptarte y sobrevivir, a la pérdida de un amor que te define y cambia tu mundo. De verdad, es dura, pero preciosa, os la recomiendo.
Para qué decir más cosas, cuando la película ya las siente todas.
Maravilloso trozo de corazón hecho película de animación.
Ya he escuchado muchos elogios de Robot Dreams, y creo que ha llegado el momento de verla!
Qué alegría saber de ti Fran ¡Cuánto tiempo!
Sí, es una película diferente, de las que dan que pensar y remueven el corazón… quizás no sea fácil, pero todo lo que sume y cambie, adelante.
Un abrazo enorme