El gran azul

Supongo que uno de estos días deberé ser valiente y enfrentarme de nuevo al gran azul.
Ella fue valiente y a las pocas semanas de dejarlo, ahí estaba, plantándole cara, pero yo no he sido capaz de volver sin ella.
Quizás las respuestas que se me han negado este tiempo estén ahí, escondidas en el azul.
La paz que te da el mar… es única.
Qué duro es no poder confirmar que alguien está bien o no, ojalá sí.
He intentado hablar con ella varias veces, no la culpo por querer alejarse de mi.
Es irónico y cruel que mi relación con aquella maravillosa persona a la que conocí hablándole de mi pasión por el mar y el buceo, siendo yo el experimentado, y ella la novata, al final me haya dejado en seco tanto tiempo… pues habiendo compartido con ella mis últimos buceos, y habiendo perdido a mi anterior compañera, ahora estoy solo ante el azul, y me da miedo.
Pero tengo que volver…
Tengo que empezar a perdonarme…
y tengo que seguir visitando ese «otro mundo» dentro del nuestro,
buscando sin buscar, mi mejor versión, y mi perdón.