Pequeñas llamas…
El mundo es invadido por el hielo como metáfora de un frío que atenaza corazones privándolos de esperanza. La podredumbre se expande vil y silenciosa, no hacemos nada. Esa plaga que invade las calles como una enredadera blanca, no parece ser enemigo mientras nos evite, nos sentimos como un Hobbit en su plácido agujero sin preocuparse por una Tierra Media que no tan lejos, se desmorona.
Somos uno, consiguieron que lo olvidáramos, y nos aislaron, pequeñas llamas que separadas por sus propios problemas, parecen olvidar lo que las une, y solitarias se apagan sin poder plantarle cara al corrupto y vacío hielo de unos pocos que con nuestra indiferencia, se expande.
¿Cuando llegará la hora de juntar nuestras pequeñas llamas y hacer una hoguera? Todos juntos, seríamos montaña de fuego, con la que poco a poco derretir lo malo que atenaza el mundo, y paso a paso, sin prisa, sin pausa… que no solo tengamos que aferrarnos a pequeñas amapolas, sino que podamos recuperar el verde.
Sí…recuperar el verde y el fuego de la unión…¿cómo lo olvidamos tan rápido? ¿cómo nos desviamos tanto de lo que es importante?
Menos mal que tu llama nos ilumina con esperanza y calor…
Un abrazo cálido!