Sembrando corazón
Desde la primera vez que descubrí el poder de las palabras, me ha fascinado la habilidad que tienen para resucitar y para matar, para crear y para anestesiar. No recuerdo la primera vez que ayudé a alguien con un consejo cuya sabiduría provenía del zumo exprimido a la vida, pero ver en sus ojos una luz, y sentir que yo podía habérsela contagiado, es una de las sensaciones más increíbles que hay en la vida. Que alguien se consuma en la oscuridad, y tú seas su vela, que alguien se ahogue en vida… y tu seas la bocanada que lo salve.
Y te vuelves adicto a esa sensación, y destripas los secretos del mundo, no ya solo por ti… sino por todos tus compañeros. Intentas desmenuzar los problemas para llegar a su esencia, para de ese modo poder desarmarlos en las vidas de otras personas y ayudarles en momentos en los que se han perdido o se han quedado sin agua en sus cantimploras, en esos momentos en los que la sed nace del alma y la paz parece imposible. ¿Hay algo más bonito que ser salvavidas? No hay mejor huella que dejar en el mundo, que rescatar o vitaminar otras vidas, nada más puro y honesto que sembrar trocitos de tu corazón en otras personas, y verlos crecer.

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Buenas Hernan. Ya hace tiempo de aquel enlace. Si buscas libros te recomiendo https://epublibre.org/ desde un navegador con VPN (en…
Hola, vi un post antiguo con una coleccion de 333 libros muy bien elegidos. Los links ya no sirven, sera…
Gracias Hadita, ojalá... Un abrazo inmenso
La vida es demasiado breve como para esperar cosas de los demás. Acompáñate, escúchate, quiérete. Y por el camino, reparte…
Sí, a ver si nos vemos prontito y arreglamos el mundo como siempre. Gracias Ana, un abrazo enorme a los…