The Buddha, 1904, Odilon Redon
La última vez que estuve en el Van Gogh Museum en Amsterdam fue genial, y gratis. En mi trabajo son mecenas de dicho museo y me cedieron un pase, así que me dediqué a caminar con calma por un sitio que había visitado hacía ya unos cuantos años, tantos que aquello parecía otra vida. Y me sentí ligeramente decepcionado, como la primera vez, la mayoría de las obras que me gustan de Vincent están en otros museos. Mis favoritas, no os voy a engañar, son las más conocidas… Terraza de café por la noche y La noche estrellada son mis cuadros de cabecera y no están allí. Así que vagué por allí sin rumbo, de cuadro en cuadro, flirteando sin que ninguno llegara a cautivarme, hasta que de repente, uno captó mi atención, irónicamente, uno que no era de Van Gogh y sí de un desconocido para Odilon Redon. Me quedé embelesado frente a él un buen rato, en paz… sintiendo algo maravillosos: me había enamorado:
No conocía este cuadro de Van Gogh y me parece una maravilla. Me encantaría verlo allí, contigo, en tamaño original y paladear las pinceladas.
No es de Van Gogh, es de Odilon Redon
Corrijo el post para que quede claro ;)