Catalizadores de cambios
Hoy me ha dado por pensar (shhhh no pongáis cara de sorpresa), sobre la vida y los cambios (qué novedad ¿eh?), de los cuales hay muchos tipos. Podríamos hablar largo y tendido de ello, pero hoy yo pensaba en esos cambios que llevamos en la cabeza que queremos hacer, que viajan con nosotros, ese pensamiento que nos recuerda la conciencia a menudo en plan «debo dejar de fumar«, o «debo ponerme gafas«, o poniéndonos más profundos el «debo cuidar de quien más me cuide (y lo merezca)» o incluso «debo cambiar mis patrones de relaciones humanas«… en fin, cosas así. Son cosas que a menudo asoman a nuestros pensamientos, durante meses, quizás años, hasta que un día, algo cambia.
Recuerdo una cita de hace años, incluso la película más casposa puede dejar algún pensamiento interesante. En aquella peli de Domingo, Steven Seagal le preguntaba a un malo maloso:
“- ¿Qué hace falta para que la esencia de un hombre cambie?”
– Necesito tiempo”
Y sí, el tiempo es necesario para completar cambios, a veces nos damos cuenta, otras no… pero además, hacen falta catalizadores. Estos catalizadores son externos a nosotros, son esas «piedras místicas» que no aparecen cuando las buscas, sino cuando no es así, aunque a veces se van formando a nuestro alrededor hasta que llega un día… en que las vemos, tan cerca que nos reímos mientras las aferramos para hacer posible ese cambio.
Son esas gotas que colman vasos,
los granos de arena que hacen que se derrumbe la montaña,
o ese beso que lo cambia todo.
Image from Stockvault. Called «Lima Sunset», from Nicolas Raymond (thanks)
No sé hasta que punto estos ciclos son tan habituales en todo el mundo o tan solo soy yo como ave fénix reincidente y exconvicta el que los vive. Necesitamos resurgir, y a veces debemos estar más mustios para poder una mañana, levantarnos con la fuerza y el secreto de un cambio en la palma de la mano. O quizás no un secreto, sino simplemente, la voluntad necesaria para hacerlo realidad, o el valor que ahoga a la cobardía… o un poco de todo.
Hoy he creído ver uno de esos granos de arena en mi nunca,
incluso he pensado en darle unas vacaciones a este blog… nada extraordinario,
mi inspiración ausente me impide dejar artículos programados para las próximas semanas,
así que quizás deba, simplemente, llenar mis retinas de montaña y playa,
vaciarlas de decepciones, fracasos y margaritas deshojadas marchitas,
Coleccionar círculos y más círculos en la palma de mi mano,
de los que cambian el color con que los ojos dibujan el mundo,
llenando la mochila de historias que compartir,
dándole fuerza a búsquedas,
que nunca han de concluir.
Con la mochila llena o vacía, espero tu vuelta ;)
Tal vez cambiando los «debo» por los «quiero» se simplifique todo un poco. Y en caso de no tener clara una decisión, siempre puedes decidir que no quieres decidir ;)
Disfruta de tu tiempo y déjate llevar…
Abrazo porque quiero y no porque debo
Tómate ese tiempo necesario, respira hondo, disfrútate… y sin prisas vuelve cuando te lo pida el cuerpo y la mente… esa piedra preciosa, esa chispa aparecerá cuando menos lo esperes.
Un abrazo
Dicen mis runas: «hacemos sin hacer y todo se hace»
Ese fluir, mirando a dentro, escuchando la sabiduría que tenemos palpitando y creyendo ante todo en ti.
Llegará ese click.
un achuchon.
¡¡Normal!! si es que te has derramado con tanto post bonito y así no se puede. Tómate un rato y así nos ponemos al día de ti y de nosotras para que sea esto un poco más equitativo.
Vuelve lleno de verde y color.
Por cierto, echo de menos algo tan tonto como un «leer el siguiente o anterior post».
Qué bonito leer que eres humano.