Días en blanco…
Esta semana no he mantenido el ritmo de escribir de otras, la ausencia de mi compañero ha estirado mi horario, me ha tocado madrugar casi todos los días… y entre partidos y follones, he llegado tarde a casa, sin más que ver algún capítulo y acabar el día. Qué ganas de que llegue mañana, hacer una compra de comienzo de mes, y tirarme en el sofá hasta quedarme dormido.
He aprendido muchas cosas, sobre la Gran Red, sobre las personas, algunas han confirmado mis teorías, otras me han dado elementos para pensar en unas nuevas. Conflictos, gente que quiere cosas de ti que no puedes ofrecer, el corazón no está en venta, paciencia que desgrana el sentido de ausencias irreprochables, de lamentos sordos que se ahogan en un pozo lleno de viento…
Que se me va la cabeza…
¿Qué precio tiene una sonrisa?
No lo sé, pero tengo el bolsillo lleno de calderilla…
Me gusta. Lo compro. Y pagaré con una sonrisa, creo que es un precio aceptable. Es el pago justo.