Palabras de Osho
La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, has de sentirla. Es como el caminar por una cuerda floja.
La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás.
La multitud te da certidumbre, seguridad, a costa de tu espíritu. Te esclaviza. Te da unas directrices de cómo vivir: qué hacer, qué no hacer.Una cosa podría estar bien en este momento y podría ser un error el momento próximo. No intentes ser consistente; de otra forma, estarás muerto. (… ) Intenta estar vivo con todas sus inconsistencias.
Cambia tú. Cambia radicalmente. Deja de hacer las cosas que has estado haciendo siempre. Empieza a hacer cosas que no hayas hecho nunca. Cambia radicalmente, vuélvete una persona nueva y te sorprenderás. (… ) Nunca estés esperando que el otro cambie.
El infierno está dentro de ti, así como el paraíso.
Es rara la persona que transforma su vida en un crecimiento, en un largo viaje de auto realización, que se convierte en lo que estaba destinado a ser. En Oriente hemos llamado a ese hombre Buda; en Occidente hemos llamado a ese hombre Cristo.
No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.
Osho
Filósofo y maestro espiritual hindú (1931-1990)
Sabiduría en estado puro.
Namasté. :*
Ains…
Hace un añito me regalaron el libro de «El fuego» y me dijeron que era una segunda parte de «El ocho» que estaba gustando mucho. Recordé que hace años una amiga me recomendó un libro con ese título avisándome que me iba a encantar y claro, tardé poco en comprármelo.
Creo que el acento andaluz no nos vino muy bien en esta historia. Me he tragado las historias de un ajedrez y matemáticos históricos pero nada de emoción… ¿y si me recomendó «Osho»? todo tendría mucho más sentido (y gracia).