De nuevo en casa…
atrás quedan las olas atlánticas rugiendo
y las navideñas calles de Lisboa llenas de luces,
los kilómetros de carretera y la crema hidratante,
monumentos antes desconocidos, rincones mágicos,
instantes para el recuerdo, conversaciones ahogadas,
viaje que te dá, que te regala, que te cambia,
mil preguntas sin respuesta…
Y de vuelta mucho frio…
del que se mete por tu piel e intenta congelarte el corazón
¿¡Qué sería de mi sin ese calor que llevo dentro!?
Aqui esta mañana estábamos a 0 grados . fa un freddo !!!!!
El corazón que no se enfrie nunca ;) besosss
Me encantan las estaciones…pero en verano, en verano es cuando consigo ser plenamente receptiva a cualquier sensación que se cruza por mi camino.Mi asignatura pendiente eran los días interminables de lluvia en invierno, pero he conseguido superarlo pensando:
«Ici il pleut…lá-bas il neige!