Viento y espinas

Nadie dijo que fuera fácil, levantar la mirada frente, con los ojos empapados, y el corazón ausente.   Ni el secreto del Mar, ni la brisa deshidratada, nada puede calmar, a una mujer desconsolada.   Veo en sus ojos esa flor que una vez deshojada, tan solo siembra dolor hasta...