La Calma
Cuando maldigo la calma aposentada en una vida mucho más apacible últimamente de lo que solía ser, intento avivar las ascuas de mis recuerdos y llenarme de contrastes que me recuerden la plenitud de todo momento que vivimos. Intento no olvidar que prefiero, pese a ello, el silencio al ruido, ese ensordecedor y lascivo ruido que no te deja escucharte y que te confunde y embota los sentidos.
Recuerdo que es mucho más doloroso tener que escoger un camino, que estar acostado en medio de un prado y no tener ninguno, en el primer caso a veces puedes sentir cómo tu alma se parte en pedazos con cada bifurcación que la ignoras, y aunque en el segundo la paz puede dormirte, llegarán a ti partes que dejaste atrás hace tiempo.
Sólo valorando su ausencia, se recupera el sentido y valor de los besos, que menos repartidos en el tiempo, quizás se devaluarían como esas monedas que tan poco entienden de almas. Quizás sea momento de aprovechar la calma, como contraste, no como trampolín ni colchón, pues nada revitaliza o prepara para un mañana mucho más tormentoso, que por mucho que te prepares hoy, te pondrá a prueba.
Mas allá de contrastes… he de reconocer que quizás le he dado demasiado espacio a la rutina, he de reconocer… que añoro el conflicto, la incertidumbre, la guerra… un beso robado, una mirada que atraviesa pupilas, una noche en vela, un escalofrío recorriendo mi espalda, un viaje inesperado… por tu piel.
Image from Stockvault. Called «Morning lake and fog», from 2happy (thanks)
Lo que sucede conviene, y ya en nuestra mano está qué hacer a partir de ahí: aprender, avanzar, aceptar, luchar.…
Un besote muy grande katre
Pues sí... hay tantos factores, que solo queda sentir cada momento, vivir en presente y tomar la decisión adecuada. Un…
La toma de decisiones se compone de tantos factores que, incluso desde dentro, nos cuesta identificar todos. Sólo queda esperar…
Sea un café en París o un té en tu sofá, lo más valioso es que tienes ese rincón al…