Limpiezas y regeneraciones

Creo que una de las limpiezas de elementos «virtuales» que más vértigo me da es la de Facebook. A twitter no le doy la misma importancia, los followers son algo muy distinto a los «amigos» de Facebook, aunque este año en la red del pajarito he hecho algún bloqueo, que no imposibilita leerme, pero sí lo complica a quien no lo merece.
Quizás lo de Facebook sea un simbolismo idiota, pero al final añades a gente muy diversa a Facebook, y cuando te das cuenta que te lee gente inconveniente, se acaba convirtiendo en un «ya no te ajunto» y un «contigo no bicho» con el que defines tu relación con ese alguien, pues la privacidad de Facebook es algo muy distinto a las máscaras de Twitter. El año pasado alguien me hizo saber que no quería que siguiéramos «empezando algo» quitándome como amigo de Facebook, y este año una persona que me consideraba «superamigo» me hizo saber del mismo modo, que le daba tanta vergüenza volver con su exmarido después del maltrato recibido de él (y tras varios años de vida desintoxicada), y que mejor me quitaba de en medio para que no le dijera todas las burradas que obviamente le iba a decir.

Acaba el año y me entran ganas de tirar cosas por la ventana, no puedo evitarlo. Y hay cosas que no dudas, como fulanito que es un pesado haciendo publicidad de cursos de buceo, y algún otro caerá, pero hay casos que cuestan más, las que pudieron ser «persona hogar» o lo fueron y que ahora es un recuerdo de lo idiota que te sientes cuando dándote sin medida, la gente se aprovecha de ti. Duele ver a un pilar de tu vida que ya ni responde felicitaciones de cumpleaños ¿para qué seguir? Después de Facebook vendrá la limpieza del teléfono… pero ahí he optado por relegar a la gente al final de la agenda, para estar avisado si me llaman y no encontrarme con números desconocidos o fantasmas. ¿Hasta qué punto vale la pena seguir creyendo o luchando por personas que formaron parte de «otra vida»? Creo que saber dejar partir a alguien es una de las lecciones más duras y necesarias de esta vida.

¿Vosotros hacéis limpiezas de Facebook o no? ¿Y limpiezas de la agenda?
Yo creo que son más un símbolo que otra cosa, hay que saber alejar a la gente nociva, y hay muchos tipos de gente que puede perjudicarnos, tanto los que se aprovechan de nosotros y nos usan cómo y cuanto pueden, los clásicos vampiros emocionales que nos merman para sentirse ellos mejores, o la gente que a golpe de elogio fácil busca un cariño que les haga más llevadero mirarse al espejo. A veces me sorprende cómo la peor gente no siempre es vista por los demás, pues son engañados con esa doble cara… recuerdo un antiguo compañero que siempre bromeaba con todo el mundo, en especial con una chica que tiene síndrome de down, y sin embargo, al darse la vuelta a todos, mostraba una cara muy distinta e ignoraba a todos los que no estuvieran a su altura, y demostraba la intuición que algunos teníamos de su calidad humana totalmente ausente.

En fin… acaba el año… y es buen momento para hacer limpieza, y dejar sitio para lo que traiga el 2016.

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