Un capricho caro
De las muchas cosas que he vivido, no está, obviamente, el saber qué se siente al estar casado y que aparezca una persona en tu vida que revolucione tu mundo. A mi alrededor he vivido de todo, desde 30 años de matrimonio que acaban en agotamiento extremo y brindan a ambos la oportunidad de una vida nueva y diferente, hasta quien tras unos pocos años de casada se dio cuenta que su felicidad caminaba lejos, y cogió un tren con estaciones inciertas, pero con cielos prometedores. Sin llegar a acabar en boda, también he visto parejas que eran capaces de viajes de 10 o 15 años, y morir justo antes de esa boda tan simbólica y teóricamente importante, hay agonías que duran mucho más tiempo del que deberían… bueno, de eso sí que sé un poco.
¿Caduca el amor? Alguna vez estudios científicos han ocupado sus portadas con titulares en esa línea… «¡2 años!» decían, «Esa es la caducidad del amor«, quizás estuvieran en lo cierto, todo lo acertado que se puede estar sabiendo que cada persona es un mundo. A lo largo de mi vida, he conocido a alguna de esas parejas que parecen abocadas al fracaso, dónde uno de ellos pone mucho más que el otro, dónde uno da todo y el otro tan solo lo exprime… y cuando el final parecía cuestión de tiempo, me sorprendí observando que hay quienes nacen para dar zumo, y quienes nacen para exprimirlo… vaya metáfora más mala.
No hay reglas en el amor, pero sí hay patrones. La autoestima tiene muchísimo que ver con la relación que tendremos con otra persona, y temblará aún más cuando inmersos en una relación debamos enfrentarnos a los tratos cotidianos entre dos personas. Vivimos en un mundo que nos enseña que vivir en pareja está bien, y lo contrario, mal. Es habitual, estando soltero, que te pregunten «Tienes novia«, y cuando respondes «No, llevo un tiempo solo.» te miran con pena y dicen «Bueno, ya llegará«. Aún debe pasar un tiempo para que la mentalidad medieval respecto a esto cambie, como en tantos otros asuntos como la religión, la sexualidad y los derechos humanos, vivimos en un planeta que va a muchas velocidades diferentes, y en cuyos procesos evolutivos hay cientos de años de distancia dentro de un mismo momento.
Que me desvío…
¿Cómo será eso de estar casado? ¿Habrá amores a prueba de todo? ¿Un edificio está en pie por qué así fue diseñado por su arquitecto o por qué no ha llegado un temporal lo suficientemente fuerte como para derribarlo?
Hoy me imaginaba en la hipotética situación de estar casado, incluso de tener hijos, y vivir como la rutina invade mi vida casi sin darme cuenta, dejando una puerta abierta a alguien nuevo… a un lado la confianza y la estabilidad, la familia y el equilibrio… una felicidad tranquila… a otro lado, una pasión desmedida, novedad e incertidumbre, locura y una bestial alteración de la rutina ¿Qué camino escoger?
Sopesar esas cosas no debe ser nada complejo, según la situación, yo haría una cosa u otra. Si fuera feliz con mi vida en familia, lucharía por ella, pero de no ser así… intentaría no valerme de excusas como los niños, la tranquilidad, o el evitar problemas para no optar por un cambio. Pero siendo feliz, hay fórmulas para resucitar la pasión, hacer cosas diferentes y reencontrar la ilusión perdida, no es fácil… pero precisamente las cosas fáciles suelen ser las peores, y la energía que pongamos en luchar por aquello que merece la pena definirá las personas que seremos.
La vida no es un carrera corta, la vida es una maratón. Lo importante es llegar a la meta y disfrutar del camino, no hacer pequeños sprints que no te lleven a ninguna parte o te tengan en círculos… de eso trataba la fábula de la tortuga y la liebre ¿no?
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Ufff, menudas reflexiones!!! Lo de dar zumo y exprimirlo, tú dices que es mala metáfora y yo la encuentro estupenda.
El amor, el amor, el amor, la pareja, la pasión… y tantas formas de vivir todo eso.
La vida parece inventada para ser dos y más. Cuando no tienes pareja te miran con pena, cuando la tienes te preguntan sin parar cuándo te casas, cuándo estás casado que para cuándo los hijos… es que a la gente le gusta meterse en la vida de otros y decirles cómo se debe vivir. Nadie te preguntará jamás si eres feliz así, en el momento que vives, si te sientes completo…
No es la primera vez que digo que hay que resetearse y reenamorarse… y si un día descubres que no eres capaz de volver a enamorarte de esa misma persona habrá que plantearse que la felicidad de ambos está en otra parte. Y muy cierto eso que dices, los hijos, la familia, etc, no son excusas… hay familias que son más felices con otro tipo de convivencia.
¿La rutina lleva al desamor? ¿Al fracaso? Depende… ¿se acaba la pasión? Puede ser… pero entonces se puede reiniciar y que siga funcionando.
Lo que sí sé, es que aunque los inicios son maravillosos, sorprendentes y cargados de mariposas que revolucionan tu barriga; despertar años después junto a la persona que sigues amando y que admiras es maravilloso. Estar solo en casa y echar de menos a quién te acompaña en la vida desde hace años y que sabes que volverá en apenas unas horas no revoluciona mariposas en tu barriga, revoluciona luciérnagas en tu pecho… y eso no es imposible.
Un abrazo fuerte y cálido.
De entrada, me encanta esa metáfora de que unos dan zumo y otro lo exprimen!! Yo creo que el problema es estar en pareja por los motivos erróneos, ergo por NECESIDAD, por presión social etc. Tanto la soltería como el estar en pareja tienen ventajas e inconvenientes, y se trata de ponerlas en una balanza y de no resignarse a los inconvenientes. A fin de cuentas, hay tantas historias de amor como combinaciones de personas pueda haber, lo complicado es querer seguir todos un mismo patrón. A lo que voy: que seas feliz sin pareja y que seas feliz con pareja. Eso sí, una relación de pareja implica a dos personas que tienen que involucrarse, y no una sino muchas historias de amor, ese reenamorarse del que habla Tegala.
Muchas gracias por tu reflexión, que te aseguro que también ha sido muy avecrem!
Abrazo de persona a persona
Temazo total…jajajaja!
Mira que yo también veo estupenda esa metáfora del zumo! Pero buenísima!
Hace tiempo veía una charla de un experto en estas cosas que hablaba de algunas de las cosas que hacen que las parejas funcionen. Lo que más me llamó la atención es que una de las cosas que hace que fracasen es no darse cuenta de que la primera cosa con la que nos topamos cuando estamos en pareja es con el niño que fue el otro, pero sobre todo con todas sus carencias…y eso es muy complicado de resolver…
Después de vivir muchos años en pareja, casi casada creo que las rutinas pueden incordiar pero hay cosas peores como la falta de comunicación , el crecer en direcciones opuestas o simplemente la incompatibilidad. No me resultó nada fácil dejar de estar en pareja pero no me arrepiento, aprendí de cada paso que dí y ahora disfruto de esa soledad que a muchos les extraña, como bien dices, pero a mi también me extrañan otras cosas y no critico a nadie ;)
Un saludo y gracias por esta buena reflexión
A mí también me gustó lo del zumo :)
En cuanto al resto, si cada uno de nosotros es único e irrepetible, ¡cómo no va a serlo cada pareja! Cambia mucho la foto de una sociedad a otra, pero en ésta en que vivimos, o estás en pareja, o estás solo y libre para estar con quien quieras. Y muchas veces estamos en pareja y somos idiotas, porque la cosa funciona, pero nos da por buscar nuevas emociones y hacemos como los niños, que se cansan enseguida de un juguete y van a por otro nuevo, más brillante, del que se cansarán también. Y luego nos dolerá la pérdida si nos descubren en ese desliz infantil e insustancial que realmente nos aporta poco. Una golondrina no hace verano. Si por una golondrina echamos por tierra toda una vida llena de estaciones completas, veranos, primaveras, otoños e inviernos con alguien que, como dice Tegala, revoluciona luciérnagas en nuestro pecho, es que no valoramos lo auténtico. En ese punto solo toca ser honesto y dar un paso hacia fuera, para estar solo por propia elección, sin mentir a nadie.
Un abrazo
Madre del amor hermoso… la que he líado.
Yo que pensé que pasaría desapercibido… y nada más y nada menos, que mis cuatro blogueras favoritas (Brumita es familia y va aparte). Gracias Tegala, Shubhaa, Angela y Moona… analizar vuestros comentarios merecería un post aparte, es que sois pastillitas de avecrem que enriquecéis el mundo, qué honor teneros por aquí.
Un abrazo enorme