Conversaciones con Kosh (IV)

– Kosh: Hola viejo amigo ¿Cómo andas?
+ Kike: ¡Qué alegría verte! ¡Qué bien me vienes…!
– Si, me he dado cuenta, te he notado algo mustio últimamente
+ Ya, todos necesitamos esos baches que nos recuerdan que somos mortales ¿no?
– Ya, claro ¡tu sí! jajaja te equivocas, o aciertas, e incluso a veces, aprendes.
+ Siempre tan motivador jajaja
– ¿Qué te preocupa?
+ No sé, estoy desangelado…
– jajaja ¡Ya no! Venga, cuéntame qué pasa por tu cabeza cómo si yo no lo supiera
+ ¡Qué cachondo! Pues ya sabes, siempre optimista, con la incertidumbre de no saber qué pasará mañana, el destino parece haberme abierto muchas ventanas, y no sé por cual salir…
– ¿Qué necesitas?
+ mmmm pues paz, fuerzas, aire fresco, cariño…
– Y parece que tus planes para el verano pueden brindarte eso ¿no?
+ Eso espero, si, pero la incertidumbre me daña la piel…
– Pero tras la lección aprendida del optimismo, quizás sea momento de que aprendas realmente a extraer lo mejor del presente, a no habitar la falsa confianza de tener algo, a olvidar lo que puedes ser y lo que fuiste, para centrarte en quien eres… ahora
+ Ya, si eso lo sé, la teoría al menos, o creo verla, pero tu sabes que las circunstancias son tan complejas, y a veces no puedo evitar que la añoranza sea tristeza, y la espera, una sombra
– Si, sin duda, yo creo que estás ante un nuevo punto de inflexión… o no, depende de tu elección
+ ¿Ser egoísta o entregarme sin medida?
– Depende de si quieres mirarte en el espejo o no, tu conciencia no está para concesiones.
+ Eso lo intuyo, hay negativas que jamás podría perdonarme.
– Así es
+ Pero ¿Y si los próximos meses me dejan secuelas? ¿Y ese camino me lleva a un sitio del que no sé salir?
– Seguirás pudiendo encontrarte al fondo de tus ojos, orgulloso de quien eres y pleno
+ Todo tiene un precio
– Así es, te ha costado mucho construirte como para serle infiel ahora a tus cimientos.
+ Eso es verdad ¿Y qué me aconsejas?
– Sigue caminando, respirando, recupera tu sintonía con el mundo ¡Ya no te paras delante de los árboles o las plantas! No te olvides de que a la hora de querer, siempre hay que empezar por uno mismo.
+ Creo que necesito esta pausa…
– Si, yo también lo creo, pero para coger fuerzas, no para tumbarte en un sofá emocional.
+ Si, intentaré no descuidarme
– Pasito a paso, sin prisa, pero sin pausa
+ ¡Vaya! Te ha dado por los tópicos…
– jajajaja si. Bueno, cuídate viejo amigo
+ Ya me dejas ¿Ninguna pista de lo que está por llegar?
– Caminante no hay camino, se hace camino al andar
+ Veo que tienes un día simpático
– Arde y renace, hazlo tranquilo, todo irá bien
+ Gracias, ya sabes que los humanos somos simples…
– No olvides tus ítacas, ni que en toda adversidad se esconde la semilla de una oportunidad, tan solo debes encontrar la tuya
+ Ni tú volver pronto y darme más consejos así
– ¡Qué así sea!
+ Cuidate mucho amigo, y gracias, como siempre
– Hasta pronto hermano