Los tristes finales (de las series)
Estas últimas semanas he vuelto a ver «Friends«, una de las mejores series de la historia sin lugar a ninguna duda. Y según cruzas sus 10 temporadas compartes las desdichas de este maravilloso grupo, les ves evolucionar… y a mi me pasa que según entro en la décima temporada, tengo que dejarlo. No puedo acercarme a ese final que me parece desgarrador, triste, insoportable… llegar a un punto en que se acaba la historia, tras tanto tiempo con ellos, ya no sabrás más de sus vidas. Lo mismo que en el Señor de los Anillos cuando tras la más grande de las aventuras, llega el momento de despedirse y cada uno de los supervivientes coge un camino separado ¿Puede haber algo más triste?
Y lo mismo me pasó con una de mis series favoritas, Cómo conocí a vuestra madre, cuyos últimos capítulos no llegué a ver, dada la pena tan grande que me producía despedirme de Ted y familia. Todo eso empeoraba, además, con el declive que tuvo la serie en las últimas temporadas, me hubiera gustado recordarla siempre como la de ese mágico Barney Stinson que revolucionó el mundo de las series.
En una película esa sensación no existe, es un relato breve, es una historia corta, pero una serie… son muchísimos capítulos, y más aún esas series que rozando o llegando a las 10 temporadas han compartido contigo casi una semana de tu vida, esparcida en varios años.
Y siendo incapaz de afrontar esos finales, solo los he visto una vez… y siendo sagas o series que veo cada par de años, no deja de ser curioso que poco antes del final, mire para otro lado y empiece con algo diferente.
¿Sabéis de qué hablo o forma parte de esas cosas que tengo que hacerme mirar?
¡Siii!!! Me generó un vacío tremendo no saber más de Marshmallow y LilyPad…
Cuando llegaban las vacaciones de verano previas al cambio de escuela, curso o universidad, me engañaba a mí misma pensando que volvería a ver a mis compañeros en septiembre… cuando llegaba lo nuevo llenaba ese vacío y seguía hacia adelante.
Claro que lo sabemos!!!
Pero yo no me quedo sin ver los finales aunque me de pena. Pq sino es como ni despedirme.