¿A quien debes conservar a tu lado y a quien no?

Estas últimas semanas se me han planteado algunas encrucijadas en lo que a relaciones se refiere. Por diferentes motivos, una serie de amistades están en la cuerda floja, para sobrevivir o revitalizarse yo debería hacer algo, aplicar más ilusión y esfuerzo, y una primera pregunta sería ¿Merece la pena? Esa respuesta es tan compleja como cada persona… hay quien te enriquece, hay quien te mengua.
Estos son mis tres casos:

– En un caso, una amiga que no sabe lo que quiere. Ahora vengo, ahora voy, ahora eres mi pañuelo, ahora «cásate conmigo», ahora me hago la víctima, ahora parezco cuerda… durante años he disfrutado de la mejor parte de ella, pero sus incoherencias agotan, y cuando ves que se forma un tornado a su alrededor, no quieres verte atrapado por él. Hace poco me dijo «Me has decepcionado y no quiero verte, iré a Madrid… pero no quiero verte«, victimismo clásico que busca ruegos. Y de forma natural se me escapó un «Cuídate mucho«, sin preocuparme ni de su decepción ni su cordura, ni el espejo distorsionado que tiene en el ombligo y con el que ve el mundo. A veces hay que saber dar un paso atrás, y aceptar la partida de personas que cruzan tu vida, pues de quedarse en ella mucho tiempo podrían dejar tu mundo desierto. Con algo de pena, pero decidido: dije adios.

– En otro caso… cómo explicarlo… ¡Todos cambiamos! Sí, cierto, pero no siempre a mejor. Este verano (re)aprendí, que en lugar de cruzar un muro de piedra a cabezazos, es mejor saltarlo, o evitarlo. Hay personas con las que puedes hablar de todo y personas que CREEN que puedes hablar con ellas de todo; de esto último he tenido dos casos muy importantes en mi vida, y me ha dado mucho miedo convertirme en uno de ellos. Uno de los peores desamores es la decepción de alguien a quien veneras. Ves como cada acto te hace creer menos en esa persona, lentamente, cómo se cree sus propias mentiras, cómo deja de ser una luz blanca… y se vuelve roja. Sólo el tiempo ayuda a digerir algo así, el resultado… una persona incapaz de escuchar que ha cambiado, que solo cuando necesita algo se acerca a ti… ¿Qué debería hacer? Enfrentarme a ella sabiendo que nada de lo que diga le hará ver la parte de razón que yo pueda tener, o aceptar su mundo y no meterme dónde no he sido invitado. Dejarlo ir… no invertir en pozo hueco, pues hay quien no entiende ni acepta culpas, y que solo sabe darle la vuelta a todo para que el calientamiento global sea reponsabilidad tuya. Decididamente: Let it be.

– En el tercer caso lo tengo más claro… no he sabido cuidar a alguien que lo merecía. Con la excusa de no molestar a alguien que atraviesa un mal momento, me olvidé de recordar que alguien que pasa un mal momento puede necesitar a sus seres queridos más cerca que nunca. y obviamente, me siento mal por ello y no encuentro modo de justificarme. Todos andamos inmersos en nuestros mundos, pero si piensas en alguien debes hacérselo saber y a veces es mínimo el esfuerzo de enviar una paloma mensajera o una llamada perdida a esa persona. Sigo teniendo pendiente cuidar mejor de los tesoros que he encontrado que esmerarme en la búsqueda de otros nuevos. Un gran suspenso para mi, por cómo he gestionado esto, y unas ganas enormes de recuperar en este próximo curso la asignatura pendiente. Lamentablemente: he podido hacerlo mejor, y lo haré.

Las amistades van y vienen, se fortalecen y se deterioran, aceptarlo… es una compleja evolución vital. Ver como a alguien que quieres le invade la oscuridad es como perder a esa persona, pero la vida sigue.
Y merecemos tomarnos una pausa para decidir dónde debemos centrar esfuerzos…
y qué cruzadas merecen ser abandonadas, para emprender otras nuevas.

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10 Respuestas

  1. Raul dice:

    ¿?!mande!?!! No deberias de «desvariar» tanto, aunque de vez en cuanto no este mal divagar sobre el tema.

    Aqui tienes un amigo casual, al que no rendir cuentas, al que llamar cada 10 años para tomar una cerveza rapida, cruzar una sonrisa, etc. ;)

    • KATREyuk dice:

      jajajaja he escrito cosas peores que pudieron resultarle valiosas a alguien… además, me debo a mi mismo expresar tanto las ñoñadas, las cosas que hasta casi parecen inteligentes, y los desvaríos personales de este estilo…
      Espero que no llegue a los 10 años, recuerde usted que tiene casa en los madriles.
      Un abrazo

  2. Tegala dice:

    Ufff, Ay qué ver!!! Cosas de las relaciones humanas que muchas veces no llegamos a entender!!!
    Lo del chantaje emocional, el ahora vengo, ahora me voy, lo llevo muy mal pero es que cuando vienen con ese tipo de chantajes no los puedo soportar y suelo cortar por lo sano. Bien es cierto que con personas a quienes queremos muchísimo cuesta y das unas cuantas oportunidades hasta decir «basta».
    Los cambios radicales tampoco los entiendo y hace poco viví una experiencia así, alguien a quién yo creía una gran amiga a decidido romper toda relación conmigo simple y llanamente porque tiene novio (será que ya no necesita hombros donde llorar) y todavía no sé que he hecho para merecer ese trato, pero bueno, mejor que se quite de mi camino porque visto lo visto, no me iba a aportar nada bueno.
    Y el último caso que comentas, sí, hay que estar atentos, mandar un mensajito, un emoticono sonriente para que llegue ese mensaje de que estamos ahí por si nos necesitan. Pero creo que esa asignatura la recuperarás con buena nota, seguro que ha sido un torpe «despiste». Y si hablas con esa persona con el corazón en la mano (de forma figurada, por favor), seguro que lo entiende. ¿Quién no se despista alguna vez?
    Te mando un abrazo sin despistes y con sabor a zumo recién exprimido.

  3. Begoña dice:

    Algunas veces ciertos «vampiros» se cruzan en el camino y notas como van «chupando» tu energía, pero no sé si por masoquismo o por el «hechizo» cuesta separarse. Uno se autoengaña pensando «me necesita», «no quiero hacerle daño» y así van pasando los días, los meses… Pero tienes razón, merecemos tomarnos una pausa para pensar y decidir. ;-) Bicos

  4. Anonima dice:

    no he podido evitar sentirme identificada en al menos 2 de los 3 casos… siento si me he cruzado en tu vida por donde no debía (hay que aprender a «cruzar en verde»)… un beso.

  5. crazy_mj dice:

    Yo también este año he aprendido mucho de las amistades, sin más el año pasado decidí distanciarme de unas «amigas» porque ellas por decirlo de una manera, se han inventado una «vida paralela» para solventar sus problemas de la vida real, y como me quemaron muchísimo en un viaje que hicimos, decidí cortar el hilo de amistad y distanciarme. Además la última vez que estuve con ellas, han cerrado el grupo y no encajo ¿por qué? porque no voy al rollo de ellas.

    Luego también he tenido movida con una «amiga» que conocía desde hace 7 años, que a parte de dejarme tirada en un viaje planificado, y otros pequeños detalles que no voy a contar por aquí, pues a parte de ser una egocéntrica si no vas al compás que ella te marca, olvídate…ergo estoy pasando de ella, se piensa que su vida gira entorno a la de los demás, no va más allá, es YO y nadie más que YO. Así que he decidido poner tierra de por medio, a ver si se da cuenta pero veo que no es así…

    Es duro despojarse de amistades que en algún momento de tu vida te han marcado, para bien o para mal, pero yo tengo claro una cosa es que como dice el título de tu entrada, yo decido quién se queda o no en mi vida. Amén

    Un beso!! :)

  1. 25 de octubre de 2012

    […] he aprendido, como ya dije en alguna ocasión, por tonto que parezca, que hay una opción a cruzar un muro de piedra que antes […]

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