Antes de dormir(te)

Aquella noche, un chico leía con esmero un libro muy especial, con su cabeza a un palmo del micrófono de un teléfono inalámbrico. Llevaba ya un rato leyendo, sin estar seguro de si la tos que escuchaba de vez en cuando indicaba que aún había consciencia al otro lado del terminal.
 

El principito enrojeció y después continuó:
—Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que la mire para ser dichoso. Puede decir satisfecho: «Mi flor está allí, en alguna parte.» ¡Pero si el cordero se la come, para él es como si de pronto todas las estrellas se apagaran! ¡Y esto no es importante!

 
En ese momento se vio obligado a detenerse, emocionado por el pasaje que acababa de leer, aquel libro siempre conseguía sorprenderlo por muchas veces que lo leyera.
– ¿Has escuchado mi niña? – dijo, sin respuesta. – Una flor, más concretamente una Rosa, de la que solo existe un ejemplar entre millones y millones de estrellas, una flor cuya belleza te envuelve cuando la contemplas, haciéndote sentir privilegiado por poder estar frente a ella… ¿Te recuerda a alguien? – el chico hizo una pausa, y segundos después, prosiguió. – ¿Sigues ahí? ¿Hola? En fin… – Sonrió de nuevo, emocionado por esa emoción de ser capaz de dormir a alguien con su voz, algo que no por haberlo repetido varias veces había dejado de arrebatarle las palabras.
Con un nudo en la garganta, prosiguió – Qué mañana empieces muy bien el día corazón.
Colgó el teléfono y por un momento, dejó de hacerse preguntas, tan solo sonrío y leyó una cita que tenía dibujada en un cuaderno encima de su mesa:
 
La vida no se mide por las veces que respiras,
sino por esos momentos… que te dejan sin respiración.
 
Al principito le encantaría esa frase, pensó, le gustaría de verdad.
Y con ese pensamiento, imaginando y empezando una conversación con el niño rubio, se quedó dormido.

Esta espectacular imagen que acompaña al post es, ni mas ni menos, que una foto de una tarta. Una obra de arte comestible hecha por Arte-Cakes, una empresa valenciana capitaneada por Claudia Nuñez.

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