La chica francesa

Hace algo menos de un par de años compartí unas semanas con una chica francesa. Ella era original y muy vital, incluso demasiado, y viví alguna circunstancia realmente curiosa a su lado.
Recuerdo una noche en la que hablábamos del mundo y ella me comentaba lo cansada que estaba de las relaciones, tras haber vivido otra de esas decepciones en las que acababa con las ilusiones rotas. Ella es así, con dos meses junto a alguien cree poder diseñar una vida al lado de esa persona, y las cosas no siguen ese mismo camino, y en la montaña rusa toca bajar después de haber subido, pero se adapta bien, es una mujer fuerte y decidida.
Aquella noche me dijo:
¿Te gustaría ser mi follamigo?
A lo que respondí un titubeante: – ¿ein?
¡Sí! nada de relación seria ni amor, solo sexo, pero con una cierta frecuencia, sólo deseo.
Tras quedarme sin palabras y tomarme una pausa para reflexionar, imaginé todas las versiones anteriores de mi mismo en las que habría dado algo por que alguien me dijera algo así. Era libre, así que podía aceptar con alegría aquella oferta, aunque algo dentro de mi me decía que ahí fallaba algo.
Me quedé alguna noche en su casa, no le gustaba viajar a las afueras. Era una amante feroz, incluso a veces me dejaba totalmente cortado con un «¿Follamos o qué?«, pero me sentía cómodo con ella, y para mi eso no era fácil dadas las maletas que llevaba conmigo en aquel momento. Además de ser una mujer preciosa, su vitalidad me regaló cosas como el cine de bollywood o música francesa entre la que recuerdo especialmente a Stacey Kent, una norteamericana que tiene algunos temas realmente bonitos en francés.
Pero ella no sabía vivir despacio, y cuando un fin de semana fuimos a un centro comercial de compras, justo antes de cenar por allí, comenzó a hablarme de hijos y perros, de una casa de campo y una familia con la que lleva soñando desde que se hizo mujer, o quien sabe, incluso antes.
Además de lo que mis brújulas me dictaran, yo sabía que ella pretendía simplemente olvidar a otro hombre entre mis labios, y en tales circunstancias, me faltaban algunas cosas, además de la confianza, para aventurarme en algo más serio, yo intentaba aportarle equilibrio y calma, ella… era incapaz de poner en pausa sus sueños y de ver plenamente aquello que tenía delante, el mañana era la zanahoria que movía su paso por el mundo.
Dejé que la distancia nos separara, sabía que no tardaría en comenzar un nuevo proyecto, di dos pasos atrás antes de que mi corazón se implicara demasiado con aquel imán de belleza y pasión, de color y abismo. Renuncié a su cuerpo desnudo a cambio de conservar la propiedad de mi alma, y en aquel acto, en aquel «sacrificio», completé un peldaño muy importante hacia mi madurez como hombre.

Hace poco hablé con ella, me dijo que había conocido a un chico con el que quería crear una familia. «¿Cuánto llevas con él?» le dije, «3 meses» contestó, y no sé que deseo más sinceramente, si que esta vez todo le salga como merece, o que si no le sale bien, aprenda a saborear el presente y a no soñar mas allá de un mañana, que con la pasión que vive, sabrá exprimir adecuadamente.

También te podría gustar...

3 Respuestas

  1. Cuando conoces a alguien, a día de hoy, tratas de no pensar más del momento presente. Yo como mucho pienso en mañna. Pero con el tiempo y cuando las cosas se empiezan a joder sin saber porqué, te das cuenta de que en el fondo te habías hecho iluisones y vuelta a empezar.

    Eso de los follamigos está muy de moda ahora. Sin embargo, debo ser un poco conservadora porque no me atrae la idea de entregarme a alguien en momentos tan íntimos sin conocerlo. Al final, siempre se termina confundiendo alguno de los dos. y vuelta a empezar!!!
    qué complicadas son las relaciones y qué bonitas deben ser si encuentras a la persona apropiada!!! Algún día nos llegará.
    mmmuuuuuuuaaaaa

  2. Shubhaa dice:

    Si fuéramos capaces de expresar con claridad qué pedimos o qué buscamos en nuestra pareja, creo que habría menos conflictos. Veo a menudo cómo un miembro de la pareja dice lo que el otro quiere oir, solamente para conseguir un objetivo. Y qué decir de las mutaciones post-boda, dan para escribir un libro.
    Sí, hace falta mucha madurez para hacer lo que hiciste. Punto positivo para el género humano!
    Besos con abrazo

  3. Bruma dice:

    Presente, puerto presente, presente y aqui a tu lao, lelelele…. :)
    Los ciclos de la vida en espiral, que dificil mirarse al espejo y reconocer los patrones propio persiguiendo zanahorias de niebla.
    Achuchon !

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com