Somos nuestro mejor condón
Si, lo sé, suena a título sensacionalista de prensa rosa, o no tan rosa, pero es lo que se me vino a la mente al pensar en aquello que pretendía explicar.
Yo quería hablar de lo curiosos que somos (por lo menos, yo) a la hora de protegernos de la ventisca invernal y la hojarasca otoñal, y por si no queda claro, estoy hablando mestrasfrórsricamente, por si con el frío que hace alguien se me pierde. Cuando algo no nos convence, cuando nos entra miedo, cuando algo nos ataca, buscamos el modo de protegernos… ¡Vale! Dicho así, suena obvio, está claro que si te ataca un tigre, te proteges y no te quedas en ropa interior para darle interés al asunto, pero hablando de sentimientos, si que resulta curioso que en lugar de enfrentarlos, maquillamos y alteramos la situación para que se ajuste a lo que nos interesa y nos conviene, alteramos la realidad de un modo casi divertido, de ahí que en muchos conflictos, ambas partes estén plenamente convencidas de su razón por extremas que sean sus posturas y coherentes y razonables las personas que las mantengan.
En fin, algo me dice, que esto no se explica ni con vaselina… de nuevo, el misterio no me permite ser claro. ¡A ver, Cohoneh! Muchos ya sabéis lo de la marmita de marihuana en la que me caí y de la que nació el trinomio perfecto, una especie de equilibrio entre «lo que siento«, «lo que pienso» y «lo que soy«, y en la coherencia que eso debe tener con lo que hago. Pues bien, mi trinomio tiene vida propia y lleva un tiempo dándome la paliza con que si las cosas han de ser así o asado, y claro, cuando les sigo, y tienen razón, se ponen un poquito estúpidos y se ríen de mi, hay días que no hay quien los aguante.
¡Sí! tienen razón, siempre o casi siempre, y por eso les sigo, en lugar del «lo que siento» que me regía antes, o el «lo que pienso» en el que me quedé después.
Bueno, pues tenemos una gran discrepancia, y es en lo referente a decisiones que toman al respecto de otras personas, por mucho que mi trío vea el mundo «azul», pueden convencerme a mi para verlo todo «azul», efectivamente, pasamos horas hablando, pero no pueden convencer a alguien de fuera del trinomio a verlo «azul», por mucho que «lo que soy» sepa de «lo que el mundo es» por estar conectados através del WiFi Universal. Y el «lo que soy» me dice que no dude, que sienta, de la mano del «lo que siento«, y el lo que pienso está acojonado y perdido… dejando vía libre al «lo que soy» para volverme loca la cabeza, cuando durante horas me grita «Es, es, es, es, estoy seguro, lo siento en la tierra en el aire y en el agua, olvida todo lo demás y apuesta tu alma, contempla, siente… ¡Es!»
Vale, de este última párrafo he sacado dos cosas en claro: La primera, que los que me leáis después de esto seréis lectores fieles, indefinidamente, porque tiene telita el asunto… y la segunda, es que como no les ponga nombres, me voy a acabar volviendo sintácticamente loco, y a vosotros también.
Lo dicho ¿Cómo puedo hacerle oídos sordos… a lo que soy? Pero tengo miedo, sé que llegará un momento en que deba saltar a un acantilado profundo, y por primera vez, la metamorfosis será en vuelo… y arderé con muchísima fuerza, y de las cenizas, saldré un poquito más grande, pero si esa parte de mi que lee e interpreta el mundo se equivoca, sé que perderé un trocito de mi corazón por el camino, y esta vez, quizás no pueda recuperarlo nunca.
Wow! si que ha sido complicado de entender este post! No estoy segura de haberte pillado..pero algo de lo que has dicho me ha recordado al maravilloso libro «El caballero de la armadura oxidada». La última parte, en la que el caballero salta al abismo desprendiéndose de sus miedos y de todo aquello que había sabido y poseído..
van por ahí los tiros?? Lo discutimos delante de un café?
¿Te llevaste al trinomio de vacaciones a un bebedero de patos? ¡Alma de cántaro! Menudo post!!
Quizá esa pregunta no ayude mucho al trinomio a aclararse.
Antes de buscar soluciones o alternativas a algo, a mi me sirve preguntarme si realmente quiero hacerlo. De lo contrario, todo el tiempo que emplearía en buscar alternativas, sería en vano.
Prueba con…¿Quiero hacerle oídos sordos a «lo que soy»? :)
Independientemente de la respuesta, creo a pies juntillas en la Autenticidad, valor que tu y yo compartimos, y darling, como te pongas tapones para no escuchar a lo que realmente eres, alterarás el equilibrio azul de tu trinomio armónico.
Ahí dejo eso.
Fluye…
¡Un abrazo elemento!
PS: “Ensayo,error.Tocar fondo.Ave Fénix.”Me has robado mis #seispalabras!! Pero que confianzas son esas!!! Que tiene «copirí»…Eso de tener proyectos editoriales conjuntos se te está subiendo a la cabeza ehh ;)
Cada trozo de corazón perdido… será encontrado por alguién, que quizá pierda un trozo del suyo para darle cabida… dónde esta el miedo? en la pieza que se pierde, o en la que ocupará su lugar?
Interesante reflexión…
Vaya personaje, quédate por aquí… anda
¿Tienes blog?
Un abrazo artista