Yo también fui… cazador de mariposas
A menudo me encuentro en palabras de Marwan la perfecta expresión de sentimientos propios. Este cantante enamora, por la humanidad nacida del conflicto, porque sus años rebeldes rompieron su coraza para que ahora, muestre tan natural su corazón. Sin duda, los adjetivos se quedan cortos para definir una calidad como artista (y creo que humana también) de este chico que esperamos nunca cambie y siga regalándonos esa poesía hecha voz, esa canción hecha sentimiento, de la que es portador.
En más de una ocasión me habréis escuchado lamentar no haber sido justo con quien merecía algo mucho mejor de lo que yo le supe ofrecer. Quizás Marwan olvida en esta mágica canción, esa semilla que dejamos cuando somos, sin pretenderlo, crueles cazadores de mariposas. Nada que merezca ser celebrado, tan solo un modo de consolarnos, el saber que lo que rompimos con besos lo arregló el destino y la vida, que cerramos una puerta para que ellas abrieran mil ventanas y por una de ellas entrara el viento que refrescó su mundo. Cuando he mirado atrás… he podido ver esas brisas, sonreír entendiendo mi papel en aquellas retinas, el sentido de mis caricias. Sin olvidar que fueron precisamente las que me hicieron las mayores heridas las que me regalaron las posibilidades y los desafíos que me permiten ser quien soy hoy.
Cazador de mariposas
Marwan
Fui, cazador de mariposas
chicas breves que pasaban por aquí
Fui, el sicario de las rosas
el tonto que dejaba a medias al porvenir
Fui, el rival de la costumbre
pieles nuevas, el placer por descubrir
la obsesión de subir hasta la cumbre
de plantar otra bandera
y bajar pronto de ahí.
Noches encendidas,
carnaval de los excesos
hubo flores de una sola vez
nunca agradecí lo suficiente aquellos besos
sé que no los supe devolver.
Sé que no fui bueno
que con estas manos
destruía la primavera.
Sé que estaba huyendo
a ninguna parte
y no dejé que mi quisieran.
Sé que fui dejando
mil vidas cruzadas
gente por las estaciones.
Y con cuatro acordes
no puedo arreglar
lo que fui rompiendo entonces.
Fue mi amor propio por el suelo,
fue el deseo junto al miedo a sentir,
y dejé a mi paso un reguero
de regalos rechazados
corazones sin abrir.
Fue el temor al óxido
y a nuevo desengaños,
no, no hubo ni una piel sin estrenar
Fue por evitar que alguien supiera hacerme daño
aunque mi vida ya no daba más.
Sé que no fui bueno
que con estas manos
destrocé a la primavera.
Sé que estaba huyendo
a ninguna parte
y no dejé que mi quisieran.
Sé que fui dejando
mil vidas cruzadas
cuerpos por las estaciones.
Y con cuatro acordes
no puedo arreglar
lo que fui rompiendo entonces.
Fui cazador de mariposas,
chicas breves que pasaban por aquí.
Mi agradecimiento a Ana V.,
una chica fabulosa que llegó a mi gracias a Marwan,
y con la que comparto pensamientos y el día a día,
y que me hizo llegar esta canción ayer, vía twitter.
Bonita canción «Se que estaba huyendo a ninguna parte y no dejé que me quisieran». Lindo post «Cuando somos, sin pretenderlo, crueles cazadores de mariposas». Me queda el consuelo de no sentirme la única que va haciendo «maldades» por la vida, por no encontrar «ambas cosas» como decías ayer; desde hace unos días empiezo a verlo como una oportunidad de evolución para los perjudicados, gracias a que alguien así me lo hizo ver ;) Como siempre, gracias
Creo que lo mejor de haber cazado mariposas es la posibilidad de enmendar errores posteriores o bien, de pedir perdón por las «maldades» realizadas. Está claro que nadie quiere ser cazador de mariposas, pero la vida/pensamiento/amor es tan complejo que no podemos hacer que todo nos salga bien a la primera. De todo se aprende, y evidentemente, de los tropiezos ajenos y propios, más. Y seguro que las mariposas acabarán por entender y recordar con cariño.
De Marwan no comento nada, pues mi nivel de fan no me hace objetiva, pero de sí de tus palabras, que son, como siempre, tremendamente acertadas. No hay nada que agradecer, y por supuesto, c’est un vrai plaisir, aujourd’hui et toujours!