Aguas temblorosas entre almas solitarias

Cuando hablo con la gente hago sus problemas míos, por lo menos durante la conversación, y tras ella los añado a mi baúl del ser humano del que intento aprender un poquito cada día. Si algo nos define, a muchos de nosotros, a día de hoy, es estar perdidos en cierto modo. Todos estamos más o menos cerca de bombillas que consideramos verdades y que podrían estar más o menos cerca de la «Fuente Original». Tenemos diferentes inquietudes, necesidades, preocupaciones… somos diferentes. Una gran mayoría, necesita cariño y apoyo, Fe en si mismos, un abrazo sin espinas, un oído que escuche con el corazón… y hay quienes cuentan con personas que lo hacen, y quienes no tienen esa suerte.

En ocasiones veo un símil en mi cabeza, como si nuestras almas viajaran cada una en una barca en un lago infinito, cuyo estado habitual, tiende a la calma. No son barcas muy lejanas, a simple vista, si alzas tu mirada, puedes ver 8 o 9, incluso más si el día es luminoso. A veces siento como si algo hubiera sacudido ese lago y en esa tempestad del caldo elemental, a muchas personas les fuera imposible ver a quien tienen cerca, lo que genera incluso esa terrible sensación de soledad.
Por un lado, no son conscientes, en el oleaje, de que hay gente cerca. Otras veces, aunque lo vean, lo confunden con el mar bravo. Y otras, aunque esté delante, no quieren verlo. Muchas otras personas solo buscan una barca que navegue junto a ellas, y desprecian las demás. Pocas entienden este equilibrio… y ya es hora de acabar el símil.

Estamos perdidos y errantes en un curioso mar, y reflejamos esa angustia en el mundo real en el que vivimos. He conocido a muchas personas que sufren por amores pasados, otras, que siguen buscando el amor de su vida, el que lo cambia todo. He conocido quienes han perdido la esperanza y se han quedado con la opción menos mala. Incluso quienes son felices con alguien que desde fuera los demás vemos claramente (o erróneamete) no es su destino.


Imagen «Isla de Phi Phi» por Ponce 2007

Ahora pierdo el destino yo y debo volver al símil. Yo creo que deberíamos recobrar ese equilibrio en las aguas, sentir esas almas próximas y navegar con calma por nuestro mar. Arrimarnos a seres afines y esperar que quienes viven en mundos de rencor y tiburones encuentren su camino si desean abrirse al mundo que subyace bajo sus pies. La paradoja se expande, y hay piratas, corrientes de agua con tortugas marinas, Dolly’s… podemos ampliar la metáfora y hacerla tan grande como almas habitan ese mar. Pero en el fondo de todo, está esa pérdida de rumbo, ese dinero reemplazando a los dioses ficticios que alimentaron nuestro pasado y unas almas que sin una Fe parecen no saber llevar el timón de sus vidas, la cultura del uno mismo no debe desembocar jamás en la opresión o la falta de respeto a los demás, pues juntos… crecemos, aprendemos, vivimos. Somos mejores unidos, y no por principios sociales animales, sino porque aprendemos unos de otros, nos enriquecemos, podemos ver bajo diferentes prismas y podemos crear un mundo mejor desde el amor, y no desde el miedo.

Hay demasiado miedo… y demasiado poco amor.
«Imagine all the people living for today»
Y eso no quiere decir que no respetes ni consideres a nada ni nadie, ni tu mañana,
sino que no dejes de ver a lo que tienes justo delante de ti: las personas entre la gente.

Y permitidme decir que quizás haya dicho algo muy parecido… (porque así lo siento), que no pertenezco a ninguna secta ni tengo pensado a corto plazo crear una, que no soy tan transparente ni previsible como parezco, que no pienso en nadie en concreto, sino en sensaciones generales, que me encanta expresarme libremente aunque deba hacer frente a sus consecuencias…
… y que si pudiera elegir dónde pasar la noche, sería en Fantasía, volando con Fujur y escapando de «La nada», con mis amigos fabulosos y amaneciendo con una rosa para su emperatriz.

Ah! y que mañana cuando me levante, si veo que se me ha ido mucho la pinza… borro o corrijo ;)

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1 respuesta

  1. kaskabeliyo dice:

    «(…) no dejes de ver a lo que tienes justo delante de ti: las personas entre la gente.» Exacto ; )

    Me ha recordado a una máxima de M.Twain que decía que «cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.»

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