Molestas transiciones

Hay ciertas épocas en la vida en las que todo se predispone para un cambio, bien porque es necesario o bien porque no te queda más remedio, pero sabes que dentro de un tiempo no serás la misma persona que eras hace unos meses. En esta molesta transición hacia ese cambio repasas mentalmente tu vida: situaciones, aciertos, personas, momentos, errores… y pasas por sentimientos que se supone pretenden llevarte a algún punto en el cual quede atrás la transición para aparecer la revelación, de la mano del cambio necesario.

Me cuesta mantener la cabeza fría, la misma que no hace tanto parecía segura de todo ahora mismo está acurrucada en una esquina muerta de miedo, y el corazón, en su ausencia, me castiga libremente y sin apenas oposición, los latigazos que se dibujan en mi espalda escuecen unos días más que otros y el desánimo es un enemigo que tan solo puedo enfrentar con pequeñas cosas que me arañen una sonrisa. El fin de semana es más un consuelo que un regalo, momento de poder vivir con las energías justas, de volar a ras de suelo hasta que pueda levantar la mirada y el vuelo.

El cambio es necesario, todos evolucionamos, lo he vivido últimamente, el destino ha castigado esta transición con la ausencia de esas personas que yo pensaba que siempre estarían ahí… y siguen ahí, pero han cambiado, poco o nada parecen tener que ver conmigo ahora, aunque supongo que eso no dejan de ser más piezas en el puzzle que intento componer.
Sé que hay gente que me quiere, creo que no estoy solo…

Me digo a mi mismo que toda verdad está dentro de mi y tan solo he de encontrarla…

Me digo a mi mismo que el destino le dará sentido a todo esto como ha hecho hasta ahora, y que cuando sea así habrá valido la pena…

Me digo a mi mismo que se puede sobrevivir a cualquier error…

Me digo a mi mismo…

… y solo me falta contestarme.

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2 Respuestas

  1. LordMaX dice:

    Todo tiene un sentido. No busques respuesta, ella te encuentra.

  2. Bruma dice:

    La transiciones también son necesarias. Los momentos de limpieza emocional, de esperar a la cosecha. A veces es difícil soportar con paciencia ese período, pero es el momento de cuidarse y trabajarse a uno mismo, de valorarse como es debido y coger fuerzas para ir recibiendo todo lo bueno que está por llegar.

    Volver a recordar lo que te gusta, lo que te hace sentir bien, y que nuevos amigos entren en tu vida, pidiendo y recibiendo el apoyo de los que te quieren y te son fieles desde siempre.

    Mucha fuerza, hermano, la que tienes dentro y la que te enviamos los tuyos.

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