Entregarse al mundo
Hay una cosa a la que yo llamo «Entregarse al mundo«, y se trata de intentar liberarse de miedos, expectativas, incluso sueños, abrirse a los demás… y sobre todo a la vida y el mundo, y recibir con ilusión lo que nos depare, dejarse llevar por aventuras y salir de la zona de confort, intentando ver y apreciar las miles de maravillas que recibimos a diario.
A veces he comprobado, que después de estar mucho tiempo cerca de una persona de esas que te absorben energías, cuando por fin te liberas de su agujero negro (no es nada porno), te sientes muy bien, pues el esfuerzo que haces para preservar energía estando cerca de estos vampiros ya no es necesario, así que tu sobrecompensación energética te lleva a un estado de alegría, júbilo y plenitud. ¿Alguien piensa que puedo estar sometido a sustancias alucinógenas? Que levante la mano.
Con mi «ex»… me pasó varias veces. Tras unas semanas o meses de peleas y angustias, cuando un finde estaba tranquilo, me sentía casi flotando, rodeado de mis arcángeles celestiales todo parecía tener un color nunca visto. Eso genera en mi una sensación de «Cuando huyes de sitios oscuros, encontrarás mil maravillas en la luz.» Y es cierto. Hay algún pensamiento espiritual que dice que cuando estás bien conectado con el mundo, y bien contigo mismo, no hace falta que busques cosas buenas… ellas son las que te buscan a ti. Pues bien, ese esfuerzo que hacemos algunos por dejar atrás gente tóxica se ve instantáneamente recompensado, en primer lugar, porque el hueco que deja una persona gris al partir… se llena con otra u otras que te sumarán y te aportarán cosas buenas en lugar de buscar alimentarse de ti. En segundo lugar, porque estando receptivo, ves cosas que antes no veías aunque tuvieras delante. Y a veces también me pasa que el cansancio generado por soportar a esas personas que ni se soportan a si mismas, hace que desconecte el cerebro, y eso me permite conectar más con el presente (recordemos que el cerebro es ese cabrón que nos hace recordar el pasado e imaginar el futuro, alejándonos de nuestro hogar que es siempre el presente).
Así que… ahí va un consejo:
¡Entrégate al mundo!
Disfruta de la gente que tienes cerca, hay gente maravillosa, no los pisotees, riégalos para crecer con ellos. Disfruta de cada pequeña cosa que el mundo te regala cada día. Guarda los miedos en una caja, saca el corazón al Sol, y vive sin miedo a tropezar, y si lo haces… ríete. Aquellos que viven con miedo se convierten en gente gris o tóxica, no reconocen sus miedos y por consiguiente no intentan enfrentarse a ellos, y van retorciéndose y convirtiéndose en gente triste, rencorosa o egocéntrica, o simplemente descolorado y triste, y no es que lo diga yo, sino que el más sabio entre los sabios, ya dijo:
«El miedo es el camino hacia el lado oscuro,
el miedo lleva a la ira,
la ira lleva al odio,
el odio lleva al sufrimiento,
el sufrimiento al lado oscuro.»
Maestro Yoda
Y sí, es una película, pero también la ciencia ficción de culto tiene grandes pensamientos inmersos en sus diálogos. Debemos usar todo para aprender, para crecer. Hace poco estuve con alguien con miedo a no encajar, con miedo a la soledad, e irónicamente, eso le hace ser muy arisco con las demás personas, odia a casi todo el mundo, y por mucho que lo maquille y diga que nada le importa, sufre… y vive en ese lado oscuro, y cada vez que alguien se acerca a hacerle compañía o sacarle de ahí, lo echa.
En esos días que disfruto del mundo más que nunca, veo claro lo rentable y necesario que es salir de círculos viciosos sociales, y buscar tu plenitud como tu mayor prioridad.
Escucha con cariño reflexiones ajenas, deja que te toquen, no tengas miedo a caerte y no te canses nunca de levantarte, es un salto de fe… salta al mundo, y te sorprenderá cómo incluso un mundo tan hostil como este, te recogerá en sus brazos. Agradece al mundo las mil cosas que puedes hacer… caminar, disfrutar del sabor de comida, ver, oír, oler, sentir… damos por sentado que es algo que todos tenemos «de serie», pero no es así, cada pequeña cosa es un regalo… que hoy tienes y mañana podrías no tener. No es que no recibas miles de regalos cada día, es que no nos detenemos a verlos y apreciarlos como merecen.
Vive sin miedo, sin vergüenza, sé libre… y sé feliz.
Porque la vida puede ser maravillosa.»
Andrés Montes
(1955-2009) ¡No te olvidamos jugón!
Amén!!
Eres grande.