Por favor no llores

El juego es así, querer y pretender ser igualmente querido, a veces parece tan complejo el equilibrio como que una moneda caiga de canto. La rueda gira, de un modo casi místico, y aunque en algunas etapas de tu vida el desgarrador dolor del desamor parece no dejar sitio para nada más, se aprende a relativizar, que no todo empieza y acaba ahí, y que arañar un corazón es tan inevitable como coleccionar cicatrices en el tuyo.
Soñar es gratis, lo hago a diario, y tú también, ninguno de los dos dejaremos de hacerlo, y renovaremos fantasías y sueños.
A veces las verdades distan tanto entre sí, que parecen realidades completamente alternativas, más que circunstancias o puntos de partida.
Los ojos son los peores mentirosos que existen, y he visto apagarse en los tuyos la llama que nos unía. No importan los culpables, aprendamos lo que sea posible, y recuperemos, con los meses, nuestro mejor brillo como individuos.
Por favor no llores, he vivido lo suficiente como para seguir sonriendo y siendo feliz, por mucho que me gustaría cambiar tu modo de verme y que pudiera hacer realidad entre tus brazos y tus labios, mis sueños.