¿Un Jueves para compensarlos a todos?

Aquellos que sigan mi Twitter sabrán que en los últimos meses los Jueves se me han dado mal, han sido días muy duros en los que la vida no me sonreía especialmente, y que me arrastraba para aferrarme a la esperanza del Viernes, pero hoy… hoy es un Jueves que compensa muchos de los malos.

Ayer por la noche, justo tras las 12 campanadas, acababa de contestar un email importante que durante meses no había sido capaz de responder, pues necesitaba asentar algunos pensamientos y aprender algunas otras cosas. Después de aquello, reparaba al fin mi segunda XBOX360 pues tras varias semanas de ingenierías, disipadores y destornilladores las luces de Sauron se han ido. Luego me tiraba en el sofá, pasada la una, pensando en una parte de mi que hoy cumple años y jugueteando con la fascinante perlita blanca, mi móvil nuevo gobernado por Android. A dormir con NCIS de fondo, y en medio de tanto capítulo soso… llegó uno con sustancia, con algo de alimento para el alma, con un guiño del destino.

Rosa NegraPor la mañana… duchita calentita, autobús leyendo noticias, mensaje a la cumpleañera… y al llegar a la zona de la oficina, habían repuesto el Té Verde Lipton en la tienda, tres botellines para pasar el día, mini de ibérico… y rumbo a mi sitio… con las cosas, por ahora, saliendo muy bien.

Pero si algo hace importante este 12 de Noviembre de 2009, es que mi niña favorita se hace mujer, pues la «peque» hoy estrena 18 años, haciéndolo además a lo grande al cumplir uno de sus sueños pendientes. Una parte de mi está a su lado, dándole la mano, disfrutando de su corazoncito tierno como un repollo y grande como una sandía, de la gran mujer en la que se ha convertido.

Cuando tenía aquellos Jueves tan malos… era por algo,
a veces hace falta perspectiva para entender lo que hemos vivido,
y cuando lo hacemos… nos damos cuenta de que a veces,
la vida puede ser maravillosa.

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