¿Cómo comenzar bien un día?

Hoy empecé el día en el sofá, había cedido mi cama a un familiar.
Dormir con calor en sofá no es buena idea, la verdad es que con este calor… dormir no es fácil. Pero el ventilador del Lidl fue un aliado firme y con clase que me acompañó toda la noche sin desfallecer.
A las 7, ducha y en marcha.
Hoy el plan era ir al parking disuasorio de «Ciudad Universitaria«, uno que me enseñó Andy es gratuito si aparcas más de 5 horas, y menos de 16, aunque si te pasas, puedes pagar el exceso (mejor eso que que quedarte corto, que ahí sí te cobran de lo lindo). Allí se quedó mi coche, que me recogerá esta noche.
Allí mismo me encontré a un hombre perdido que quería ir a Méndez Álvaro. Qué bonita su cara, y qué triste parecía. No hablaba Español y buscaba ayuda. Lo acompañé hasta el metro y el andén que debía coger, y al llegar allí, una señora que se subía lo cogió del brazo y le sonrió para que se fuera con ella. Estos gestos que te devuelven un poco de la fe en la humanidad no tienen precio.
Comienza el día con alguna revelación. Debo ser mi mejor versión en el trabajo, pero desde el amor, no desde el rencor. Si tengo que convivir con un trepa, que él no condicione quien seré yo, que no enturbie mi vida.
A media mañana me fui a por Nestea, y nada más salir de la puerta, me encontré con una compañera, una chica maravillosa, con ojeras y mala cara. A los pocos segundos se desmoronó diciendo «Me ha dejado«. Pobriña mía, es una chica estupenda, guapa y de gran corazón, pero tiene mala suerte con los chicos, y este último le había ilusionado.
«Yo con los años he aprendido a llevar mejor las rupturas, aunque la última que me rompió el corazón me hizo llorar mucho este último par de años«, le dije.
Ella necesitaba ese abrazo tanto como yo.
Debería empezar a trabajar en mi libro, tenía el nombre perfecto ¿os acordáis?

El Corazón Siempre Flota
 

📷 Imagen de Rahul Pandit en Pexels (Thanks!)