Puntos y finales
No siempre sabemos cómo y cuándo se fraguan los puntos finales.
A veces no sabemos que lo son al escribirlos.
Otras, son finales durante años, hasta que recomienzan.
Algunas se quedan enterrados en polvo hasta convertirse en olvido.
Suelen doler, a veces hasta sorprenden, y también son oportunidades… de principios.
Ayer alguien que comenzaba a ganarse el poder ser llamada «amiga» me hizo daño voluntariamente. No abundan este tipo de acontecimientos, normalmente se puede atribuir a descuidos, y así descartamos la maldad de las personas, siempre queremos creer lo mejor de todo. Y sin embargo, si alguien sabe que algo te duele, porqué se lo has dicho, y aún así lo hace de nuevo… bueno, eso es nuevo, eso es maldad… sin justificación ni maquillaje.
Y entonces pasan a un segundo plano tus esperanzas de que al cultivar y regar con diálogo esa relación, el «conocido» se convierta en «amigo».
Por qué si encima esa acción busca dañar y desprestigiar a alguien que quieres, y no aporta nada bueno a nadie… más de lo mismo, es maldad pura.
¿Y sabes qué? Quizás este punto y final entonces no duela tanto…
y ese malestar sea sólo sea el vestigio de lo mucho que nos joden los puntos y finales.
Sí, yo cada día trabajo un poquito mejor la gratitud. Y respeto las decisiones de quienes quiero, aunque les lleven…
Cuanta razón querido katre! Yo me siento un poco asi, dándome golpes contra una pared! El miedo paraliza y no…
¡Muchas felicidades! Es un placer y una pequeña dosis de esperanza seguir viéndote por aquí. Brindo por otros tantos años…
20 años no son nada... felicidades por mantener intacta tu integridad y tu actitud ante la vida! Peor para el…
Qué alegría saber de ti Fran ¡Cuánto tiempo! Sí, es una película diferente, de las que dan que pensar y…