Colarse en una fiesta

Ayer tuve la cena de empresa. Y ocurrió algo curioso, cuando estábamos en el cocktail, vi a una pareja que paseaba por allí cómo formando parte de todo, y como solemos invitar a gente de otras oficinas pensé que serían compañeros de otro país. La organizadora, consciente de la lista de invitados, se acercó a preguntarles que quién les había invitado, y le contestaron un «No recordamos ahora mismo el nombre«. Se les invitó a salir amablemente, y en ningún momento se alteraron o preocuparon, si nivel de actuación era magistral… parecía como si fuera lo más natural del mundo su error y como si fuera a otra fiesta en el mismo hotel.

La realidad es que hay gente que se dedica a eso, a colarse en eventos de este tipo. Se ponen trajes caros, se arreglan como si fueran a una fiesta… a la que van, sin haber sido invitados. Mas allá de probar canapés más o menos selectos y alimentarse gratuitamente, me cuesta tanto ponerme en la piel de esa gente. Si tienes los recursos como para arreglarte y vestirte bien, también los tienes para buscar trabajo y equilibrar un poco tu vida. ¿Lo harán como un juego? Yo creo que sí… pero no me sorprende tanto el que una persona sola lo haga como que son normalmente parejas, tanto de amigos como sentimentales, las que optan por este tipo de engaños. ¿Qué romanticismo tiene compartir algo así? ¿El gusto por lo peligroso? ¿Compartir experiencias intentas une? Recuerdo que en Speed (1994) decían que era así…

Seamos honestos, a veces la vida se vuelve sosa y necesita un buen puñado de sal… y me parece fascinante los diferentes modos que encontramos de echársela.
¿Qué opináis de los profesionales dedicados a colarse en fiestas?
¿De qué modo le echáis vosotros sal a vuestra vida?
Y hablando de Sal… ¡Es Viernes!
Buen fin de semana