Diálogo entre partes

Tras un ratito compartido con un grupo de amigos, de vuelta a casa, se planteaba un clásico diálogo masculino…
 
― ¡Joder! Qué boquita tenía esta chica, daban ganas de hidratar y cuidar bien sus labios. ― dijo «C»
― Si, la verdad es que es una mujer muy atractiva, me gustan sus facciones. ― replicó «R»
― Me gustaba su sonrisa y sus ojos mmmmm y parecía tener unas tetas preciosas bajo esa delgada blusa. ― añadió «C» con cara libidinosa
― ¡Qué soez! ― le reprendió «R» ― Si, si, si yo no te discuto ni su atractivo, ni su belleza ni su elegancia… ― dijo después más tranquilo.
― ¿pero…? ― dijo «C» sonriente, intuyendo lo que diría su amigo
― No creo que sea nuestro tipo, nada más… muy exigente y complicada, de las que se enfadan por tonterías y cuyo trato es un campo de minas.
― Ya, puede ser… pero también parece ser una amante fiera y apasionada.
― Si, eso es cierto, pero un carácter así, en el día a día… ¡paso! ¡paso!.
― Yo insisto en que su cara, sus brazos, aquellas preciosas manos, y la silueta bajo la camisa… merecerían un esfuerzo por nuestra parte.
― Bah, ¿en serio lo estropearías todo por unas noches de pasión? Es mejor valorarla como posible amiga y disfrutarla una vez al año con buena compañía y diálogos cercanos, joder C., a veces parece que no piensas.
― Y a veces parece que tu no te dejas llevar, de no ser por mi tendrías el pene oxidado, pero sé envenenar tu mente y llevarte de vez en cuando por dónde debes ir, aunque no siempre te convenzo.
― Y yo sé parar tus pies…
― Entonces qué ¿Luchamos por ella? Yo… me la tiraría… y no me importaría incluso tener una relación seria y con futuro.
― Yo lamento no acompañarte en eso, creo que es preciosa pero problemática, y aunque divertida, tiene mal carácter, no es el tren que quiero coger, prefiero quedarme en la estación esperando.
― Idiota…
― ¡Estúpido loco!
 
Y ya no se hablaron más aquella noche.
Otro día más en que la Razón y el Corazón, no llegaron a un acuerdo.

Image from Stockvault. Called «Woman body», from 2Happy (thanks)

Un post con el mismo título que aquel con la sensacional viñeta de Montt, que tanto tiene que ver con lo escrito hoy. Cierto es que el corazón, en el diálogo, tenía una parte importante de pene, y además de caprichoso era mucho más lascivo de lo que suele ser en la vida real.