Los cabrones también quieren
Hoy me encontré pensando, de repenente, y sin causa aparenente, en esas personas que son duras y desgarradoramente exigentes, intratables como jefes, y que luego, sin embargo, son unos verdaderos calzonazos sin carácter en sus ámbitos más íntimos. A veces la dualidad entre trabajo y vida personal se manifiesta de formas muy curiosas, y tienes la oportunidad de verlo cuando en medio de una bronca en las que tu jefe calvo y de gesto severo te está poniendo las pilas y de repente, le llama su mujer:
«Hola cariño, te he dicho que no me llames a la línea directa, ahora estoy reunido… si, si, compraré los filetes… y sí, tomate natural… y te recogeré la ropa del tinte, claro que si mi amor… te adoro«
En ese momento, tu versión en un Universo paralelo dibujado a lápiz, deja caer su mandíbula al suelo y la recoge en plan pergamino instantes antes de que tu jefe se gire para mirarte, o no, eso ya depende del guionista.
Y es que… incluso los más hijos de puta, tienen sus corazoncitos. Aquellos que son un desastre desorganizativo en el trabajo, a veces, son mucho más ordenados en casa dónde su pareja no tolera esos hábitos tan molestos. Ves esa cara que ponen en el curro y que como poco, da tanto miedo como un Freddy Kruger con uñas de plástico, pero luego llega ese peculiar momento en que ves la «otra» cara, y desde entonces se parecen más a un oso amoroso mal comprendido, reflejando sus miedos y demás traumas en un trato duro y contundente que por otro lado, a veces es tan necesario para su trabajo.
Y es que por fuertes que seamos… luego hay que vernos en la intimidad.
Tema aparte son los banqueros y políticos ¿Alguien duda del papel de Rajoy en su pareja? Yo lo veo ataviado con ropa de fémina mientras su mujer, fusta en mano, le da caña… «Niño malo, niño muy malo» (si no lo hace ella, apuesto a que lo hará otra) pero una vez sale del dormitorio, él es el rey de las tijeras, jodiendo (figuradamente) a millones de personas, que por otro lado… deberían haberlo visto venir y no darle la mayoría absoluta que tiene (¡Votad partidos pequeños! ¡Os lo dije! Bueno, eso es otra historia…). Hay casos que se les nota en la cara, como decía… Rajoy es uno, y nuestra querida Lideresa, la legendaria Espeonza Aguirre ¿Alguien duda que esa es la que lleva las riendas? ¡Una crack! (Sarcasm), una vez escuché que tenía handicap 2 en Golf, y con calcetines y todo ¡Imaginadla descalza!. No sé quien será quien le compre todos sus aparatos de tortura, pero seguro que es una Ama en toda regla. O igual me equivoco radicalmente en uno o ambos casos, que to pué sé.
Si es cómo nos gusta eso de hablar mal de la gente sin conocer sus verdaderas dimensiones humanas, ¡Somoh unoh resaborioh! En este país somos los reyes de aquello que le decía un clitoris a otro: ¡Oye! que me han dicho que ya no te corres. – y el otro contestó – ¡Bah! Eso son las malas lenguas.
Con una mejor educación sexual y emocional, cuánto mejoraría todo.
Ánimo con la semana.
A saber, querido KATREyuk, a saber… pero creo que no te equivocas del todo, al menos no te equivocas en los dos casos. Pero quién sabe, no quiero dejarme llevar por esa imagen porque yo no soy lo que much@s creen de mi.
Abrazos!!
jajajaja
Me ha encantado tu post, pero esa imagen de Rajoy y señora me va a acompañar en mis pesadillas de noche de tormenta, la definición de anti-lujuria, jajaja.
Abrazos castos