«El hombre», un puzzle de cuatro piezas
Contesto a este post de una amiga, no por alusiones, sino por solicitud.
Bajo mi punto de vista, hay una realidad innegable si pretendemos hablar de generalidades sobre hombres y mujeres, y es que, como bien comenta ella en su post, el hombre, como género, es normalmente simple y poco comunicativo. Tampoco quiero decir que las mujeres sean un ejemplo de lo contrario, y desde luego que el famoso tópico de decir «sí» cuando se quiere decir «no», o viceversa, ha nacido de algún sitio. En nuestras diferencias podemos encontrar la forma de complementarnos o la de alejarnos, la comunicación será parte primordial de cualquiera de los dos finales.
El diálogo es muy difícil de construir y se derrumba con facilidad, con una mentira o una ausencia de información, siendo un paso atrás que se debe recuperar cuanto antes, luchando día a día por no retroceder. La sinceridad es frágil, la mentira, una droga peligrosa. En ocasiones, unos y otros, confundimos cariño con amor, y «mimos» con sexo. Todos necesitamos cariño, pero no es fácil pedirlo, no todos saben expresarlo, y en ocasiones quien necesita cariño no pretende nada mas allá de esos gestos que necesita para alimentar su alma, y la otra persona cree ver amor o deseo, o tan solo una ventana abierta que se cerrará en sus narices en cuanto intente cruzarla. Hay que saber entender y respetar un «no quiero estar contigo» o un «no me gustas», de igual modo que los «lo nuestro no funciona» o «no estoy enamorada de ti». Hay que ser honestos los unos con los otros, decir lo que sentimos, y estar preparados para escuchar y aceptar lo que otra persona siente.
A nivel de tópicos ¡Sí! somos diferentes. Pero a nivel individual, podemos conocer a cada persona para saber que lo que necesita es lo mismo que nosotros, adaptarnos mutuamente con la comunicación como mensajero de las necesidades que con el tiempo crearán distancia o unión.
Todos somos complejos, vivimos llevados por traumas y miedos, por huellas de las que a veces nos cuesta incluso recordar el origen, miedo al compromiso, avivado por los fracasos que se acumulan en nuestros cajones. Alimentar una relación es un trabajo complicado, diario, uno debe mostrar interés por los problemas del otro, y el otro, contar sin miedo aquello que le preocupa, y en todo hay un viceversa. El día a día no es fácil, y vivir en pareja tampoco, así que sin renunciar a nosotros, debemos proteger el vínculo con fuerza, y crear un ecosistema donde ambos crezcan juntos en equilibrio. Lo decía Shubhaa hace poco, hay amores como flores de un día y tan solo unas pocas, que duran toda la vida, y el compromiso necesario pasa por la paciencia, la sinceridad, la comunicación y la creatividad de encontrar nuevas fórmulas de reinventarse cada día, a esas flores hay que regarlas con agua y todos los abonos posibles, probando cosas nuevas en todos los ámbitos de la pareja, creciendo juntos, ninguno a la sombra del otro.
Y quizás uno de los dos se acomode, prefiera tumbarse en el sofá sentimental a levantarse a devorar la manzana de la vida, y el otro debe intentar levantarlo, hasta que pueda y quiera, y si no reacciona, ambos aprenderán algo sobre la vida, aunque el resultado no puedan saborearlo juntos.
Estas reflexiones que a veces nos saben a utopía son absurdas para una gran mayoría de la gente. Culturalmente, las personas de diferentes rincones del planeta entienden el amor de modos muy diferentes. Todos tenemos los arquetipos de un país, los casos simples de hombres que solo piensan en fútbol y tetas, en coches y comida. También están las mujeres que sólo piensan en compras y en belleza, en familia y hogar. Ambos son estereotipos de un pasado no tan lejano, y si tú quieres algo diferente, debes asegurarte de buscarlo, pero antes encuéntrate tu y saca tu mejor versión, porque esa persona que buscas la merecerá y la necesitará para el proyecto que podéis crear en común.
Quizás sean desvarios sin sentido… pero espero haber dado mi opinión al respecto.
Hay decepciones porque hubo expectativas, hay tristeza donde hubo alegría, hay camino porque abriste la puerta y decidiste salir al mundo… camina a tu ritmo, pero no detengas tus pasos.
Un abrazo ;)
Image from Stockvault called «Myspace lovers«, by Peter Alexander Robb (Thanks)
(para «una princesa»)
PD: A todo el mundo le gusta escuchar palabras bonitas ¿no? Pero… ¿Acaso no cansan o pierden fuerza escuchadas a diario? ¿Porqué enganchan tanto esas personas que dan una de cal y otra de arena?. A todos nos gusta ser escuchados… pero ¿Has sabido escuchar tu igual que te gustaría ser escuchada? Incluso los silencios pueden escucharse. Haz autocrítica sobre lo que necesites, aprende de tus errores para que la próxima relación no tenga que sufrirlos, y define qué quieres y necesitas, qué no quieres sufrir en tu próximo amor, que antes o después llegará, dándole sentido a las relaciones vividas.
Muy buena reflexión. Siento y creo que de alguna manera, hombres y mujeres somos distintos en la forma de comunicarnos, a nosotras nos gustan dar pistas, señales que a veces creemos que son claras pero que ustedes no ven (y hablo en general, que siempre hay excepciones) pero yo he aprendido a ver en eso una virtud y no un defecto. Ya no lanzo mensajes para descifrar, mando el mensaje claro y concreto y me ahorro muchas decepciones, malentendidos e historias. Si digo lo que necesito a mi pareja, salvo casos raros, obtengo lo que pido.
No creo que los «te quiero» y demás palabras bonitas pierdan fuerza si se dicen a diario, solo hay que decirlas sintiéndolas. Y hay formas de decir «te quiero» sin decirlo para que no pierda esa fuerza. Debemos aprender a alternar las formas.
Muy bueno tu post.
No digo el sentido… pero se desgasta, ese Te Quiero capaz de hacernos temblar, no lo hace con el paso del tiempo… por eso, para mi, hay una distancia entre un Te Quiero, que algunas personas que me rodean se merecen, y un Te Amo, con el que le diría a mi pareja que estoy enamorado de ella, y que, dicho de vez en cuando, conservaría su valor.
Gracias por tu comentario cielo. Hoy una compañera italiana que ha estado unos meses con nosotros pone rumbo a tu tierra negra… ya le he dicho que se deje conquistar por una isla mágica.
Un abrazo
Estoy contigo Tegala tanto en este mensaje como en el que dejaste en mi blog!!! Aprendo mucho de los dos!!
Yo creo que cuando alguien pregunta si le quieren, aunque sea a diario, es porque realmente necesita escucharlo. AAmbas cosas, escuchar las palabras mágicas y verlo con actos son necesarias.
Tal vez no supiera entender los silencios pero pregunté varias veces el porqué de los mismos y no obtuve respuesta hasta que se volvieron insoportables. Yo soy como Tegala, directa al grano!!! si quieres algo, mejor decirlo directamente y obtendrás una respuesta igual de directa!!
Gracias por el post y por hacerme un hueco en tu blogroll!! es todo un reconocimiento jeje un besote a los dosssssssss
Para mi, el Te Quiero se puede decir con mucho mas que con palabras, y además de escucharlo, debes sentirlo, pocas cosas duelen más que un Te Quiero hueco, creedme, lo sé.
Cuando algo se rompe, es por mucho más que silencios o conversaciones que no se tuvieron. Lo del hueco entre mis links… siempre ha sido tuyo, pero con la migración del blog perdí la categoría de todos los enlaces y el tuyo se me escurriría sin encasillarlo donde le corresponde.
Un abrazo enorme