Tus labios

Me fascina la idea de plantarme frente a ti con tiempo, de hacer las cosas bien, de extremar el cuidado de cada gesto y poner el máximo mimo en cada caricia. Verme frente a tus labios y sentir el desafío de realizar una obra maestra, de encontrar el equilibrio entre pasión y dulzura, entre placer y deseo. Quizás… primero un beso, delicado y sencillo, que se incendia cuando la lengua entra en escena y se desliza siguiendo un perverso plan de ruta. De nuevo un beso, y apretar entre los míos tus labios, haciéndote ver no solo lo que siento, sino lo que deseo, a ti. Seguir con mi lengua en la batalla de encontrar el modo de que un escalofrío recorra tu espalda, siendo dulce para hacer de un arrebato de pasión, mi arma. Y cuando estés tranquila y sientas tu mar en calma, morderte de nuevo con mis labios, curarte con mi lengua, y acto seguido, sin tregua ni pausa, esconder mi deseo para que con tus ojos cerrados no lo sepas encontrar, e irrumpir bruscamente bailando con mi boca juguetona mientras mis manos palpan tu piel deseando sentir ese desequilibrio que tanto ansío encontrar erizando tu piel, y jugar con pasión y travesura hasta conseguirlo, y cuando tu piel tiemble ante un escalofrío caliente, dibujar mi sonrisa perversa y levantar mi cabeza de entre tus muslos para gozar de tu cara exhausta y desencajada, y una vez anuncies tu rendición, comenzar de nuevo.

Escrito hace unas semanas…
Que paséis un gran fin de semana

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