Positivismos y remiendos

Aquí estoy de nuevo aterrizando en la oficina un Lunes por la mañana, echando de menos a mi compañero que esta semana no estará, y sin sus cosas, estas paredes son más oscuras. Menos mal que tengo a mi querido Spotify, una herramienta con la que soy uno en mi afición de encontrar la canción que habita en cada momento, para poder escucharla y crear una pequeña sintonía perfecta en el microuniverso que habito.

He tenido un fin de semana diferente… de mis planes iniciales creo que solo fui a ver el fútbol, y luego el destino me regalaba una cosa y me quitaba otra, un balance curioso, aunque sin duda lo mejor del Sábado fueron las noticias de la isla, y del Domingo, el picnic en un parque precioso pegado a la M30 donde estuve tomando el sol varias horas, compartiendo buenas conversaciones y comida rica.

Y una de las cosas de las que últimamente estoy particularmente orgulloso, es del positivismo. Tanto tiempo intentando aprenderlo, y últimamente, ha decidido quedarse, el intentar verle el lado bueno a todo. Luego sigo con esto…

Ah! y he fracasado en la primera parte de la apuesta, llegué a los 30 días, pero no a los 40, el no llegar a esa fecha también me ha proporcionado interesantes momentos de reflexión sobre cómo soy y a donde voy, y sobre todo, a dónde quiero ir.
Sigue abierta la segunda parte de la apuesta, de la que estoy convencido, no porque yo vaya a negarme a toda posible relación, sino porque… «I feel it», y sé que no es el momento, aunque ella vendrá, seguro.

Si si si, tengo el alma llena de remiendos… si el año pasado toqué fondo y mi corazón se partió en muchos pedazos, este año no fue menos, y aunque diferente, también me tocó vivir algo parecido, más por inesperado que por otra cosa, pero ni aún así, mi positivismo no se ha visto quebrantado, aunque el destino aún no se ha rendido y ambos tenemos cartas sobre la mesa para jugar una partida que podría ser larga. Si alguien te decepciona, puedes elegir hundirte por ello o regocijarte en que has visto la verdadera cara de esa persona, si alguien queda contigo y finalmente no va, puedes lamentarlo o comenzar a disfrutar el tiempo que puedes emplear en otras personas o cosas… si no comes una cosa, tenemos la suerte de que haya otra… últimamente me cuesta tanto ser negativo como en algunos momentos me costaba ser positivo, casi todo tiene un lado bonito y no es difícil verlo, hay volteretas del sentimiento que se reciben con agrando.

Porque si la vida es una caja de bombones, quizás tu no sepas cual te puede tocar…
pero sí puedes elegir cómo saborearlo. Todo es cuestión de actitud.

Ánimo con la semana ;)