Sintonizando-nos como viejas radios
Últimamente he pensado más de una vez que las relaciones personales es como dos radios de esas viejas que son sintonizadas por ambos lados. Si con amor y cariño, con esfuerzo y dedicación, construyes un vínculo, es como si ambos moviéramos el dial hasta que llega un punto en que escuchas perfectamente y sin ruido a la otra persona, y viceversa.
Con cada nueva amistad, añades otra radio a tu alma con la que empiezas esa sintonía.
Con el paso tiempo, hay que cuidar este sonido… hay amistades que permanecen con calidad impoluta durante años, y siempre suenan igual de bien, aunque no escuches a menudo esa radio, pero ambos saben mimarla y no darle la espalda.
Y poco a poco, vas llenando tu casa de radios viejas, unas en perfecta sintonía siempre, otras que requieren un trabajo diario y constante… y otras, llenas de polvo, de las que eres incapaz de recordar quien estaba al otro lado… así es la vida ¿no?
En esta metáfora se da de todo… pero lo peor, es cuando darías media vida por sintonizar una de esas radios con alguien, y el otro extremo no quiere, es un desgarrador arañazo en el alma.
Y también están aquellas personas con las que perdiste la comunicación aunque pensabas que duraría siempre, y se van… pero a veces vuelven, y la radio sigue sonando igual de bien y dibujando las mismas melodías que te hacían sentirte tan afortunado de aquella amistad.
Luego está tu familia… radios que siempre tendrás en tu casa/alma, y que debes cuidar especialmente… si bien, siempre tendrás nuevas oportunidades de buscar el dial adecuado para que suenen como deben, esas radios nunca se pueden tirar.
Hay radios que se sintonizan solamente cuando ambas están muy cerca, otras… que son capaces de cruzar océanos de tiempo para encontrarse, las que no encuentran sintonía con nadie porque tienen el dial roto, las que sintonizan constantemente nuevas «emisoras» que les duran un día o dos… ¡Ah! ¡y las personas que cuando intentas sintonizar con ellas no paran de mover su dial para ponértelo difícil!
Están los diales aburridos, los presumidos, que quieren hablar siempre más alto que los demás, los modestos… tan bajitos que no se hacer escuchar por mucho que tengan que decir, los diales que hablan mucho sin decir nada, los que dicen que hacen cosas que no hacen, los que saben callar… hay diales para todos los gustos, y radios tan diversas y variopintas como este mundo nuestro.
¿Cuales son tus radios favoritas? Pues disfrútalas… cuídalas, y no pierdas la sintonía.
Me encantó ésta metáfora!! da para pensar …con q dial estás en sintonía? etc.. etc… pero sobre todo, preguntarte si lo estás contigo misma …
Gracias por compartirlo!! Desde la distancia..un saludo..estamos en igual frecuencia…..hasta pronto !
Me gustan tus metáforas. Yo uso esta de la radio con la comunicación. Comunicarse en la misma frecuencia. Como por ejemplo cuando hacemos algo por alguien pensando mas en nosotros y nuestros gustos, no sintonizamos con su frecuencia. Si te pones en mi y en lo que yo quiero, estás sintonizando, estás en mi frecuencia. Me ha ayudado a explicarme a nivel de pareja más de una vez!
A mi me gusta sintonizar tu radio y escucharte, y que me escuches. Es genial.
Namasté.
Conexión. Sincronía. Unión. Enlace. Y es que…hay algo no tangible pero que se respira, se siente, se vive cuando dos personas se miran, se tocan, se huelen..y se dicen «te veo»
Muy bonita metáfora.