Dos días en el paraiso

El penúltimo regalo de cumpleaños que me quedaba por recibir era una gran sorpresa, un viaje a una parte de Cáceres conocida como la Comarca de la Vera, un fascinante paisaje donde no falta de nada, en especial ni las cerezas ni el buen pimentón en la comida, dos señas de identidad de una zona marcada históricamente por los últimos días de Carlos V que quiso pasar con ellos.
En medio de esa enorme comarca un pedacito de cielo, un rincón perfecto para relajarnos y respirar en medio de tanto ajetreo de viajes y kilómetros.
Comimos como emperadores, nos bañamos en una garganta natural, caminamos por pueblos preciosos, compramos cerezas… y sobre todo, nos tomamos la vida con calma y nos dejamos rodear por la paz que hay en esta magnífica región.
Un regalo inolvidable, la mejor compañía del mundo, un descanso muy bien recibido… y dos días en el paraiso.