ilusiones Verdaderas…

Hace unos años, un galleguiño con mucho que aprender llegó a los madriles para eso mismo… pa aprendé, vaya. El asunto es que por aquellos tiempos decidí registrar mi primer domino, en inglés para ser mas friki, y le llamé: trueilusions.com. Tardé unos meses en darme cuenta y necesité de la ayuda de un diccionario, de que ilusiones verdaderas, algo que yo «consideraba fundamental para vivir«, se decía en inglés true illusions (con dos «l»), y comprendí que no había sido tan extraordinario encontrar un dominio así libre. Con los años se quedó atrás debido a que la burocracia Yankee no entendía que «Kike» venía de «Enrique», hay que *piiiiiii*. Esto es una introducción… no voy a largaros un compendio de mis gazapos, eso pa otro día, pero si que me apetece hablar de las ilusiones verdaderas.
En aquella época, intentando escribir una frase que fuese un best seller de las citas escritas en los baños de los pubs de este país, se me ocurrió algo así:

La verdad es que si la leo así de pronto me pongo hasta algo tonto… pero sinceramente, hubiera necesitado algún buen amigo mayor para darme dos leches y decirme «¿Pero que crees saber tu de la vida?«. A mis ventipicos largos, me ha tocado vivir un puñao de cosas, desde las inolvidables que ya no recuerdo hasta las que se pegaron como lapas a mi casco y que deberían haber salido con rasqueta de mis pensamientos, pero todo es una evolución… y ahora soy mejor persona, mas sabia y razanoable, y además, tengo un piercing en la lengua.

Es inevitable recordar una de mis mayores verguenzas, dado que el destino me hizo informático. Cuando tenía 15 años o así, estaba yo copiando las claves del Tie Fighter, un gran juego. Así que una por una, completé la hoja de numeritos en un fichero de texto, que luego pasaría a mis colegas… y para que el mundo supiera que había sido yo, puse mi nombre, dirección y teléfono ¡Qué verguenza! La vida es realmente curiosa.

No era un mal nombre para un dominio, ilusiones verdaderas… ¿Qué somos sin ilusiones? Hombres grises… como los de Momo, sin mas intención en esta vida que ahorrar dinero y tiempo… la vida es tan fugaz, que merece que la vivamos ilusionados por todo, y que el día que dejemos este mundo de locos, hasta el de la funeraria lo sienta.