Agotamiento
He de confesar que este año he infravalorado mi necesidad de vacaciones.
En tiempos como estos, después del confinamiento, en la quinta ola de la pandemia, no siempre somos conscientes de lo cansados que estamos, pues es una época de mirar al frente, de remar, de sentirse afortunado por poder seguir trabajando, por que tu familia esté bien… sólo cabe sitio para el agradecimiento, y por ello… no siempre nos paramos a pensar qué necesitamos, cómo nos sentimos o qué nos gustaría hacer con nuestra vida.
Y yo estoy agotado, hay días que me sorprendo viendo el borde del precipicio por el que caes cuándo no tienes fuerzas para volar. Y hablo de volar, eh, que no vivir. Tengo la suerte de tener unas inagotables ganas de vivir y sentir. Pero hay días que rozo esa línea en la que pierdes totalmente las ganas, o incluso las formas, y debes evitar y esmerarte en que alguien que no deba reciba una mala respuesta o carga de negatividad como resultado de tu cansancio.
Y una de las cosas a cambiar es no culparme por estar mal, debo permitírmelo.
Aunque me preocupe y aunque no esté acostumbrado a verme así.
Teniendo tanto… me parecen injustos esos momentos en los que me siento derrotado.
Y me refugio mentalmente en mi gran azul, con la capacidad de curarme y rellenarme como nadie.
Y no hacen más que llegar gastos y la agenda no me ayuda a motivarme.
Y para salir de la rueda necesitaría que no fuera frenético Agosto, y poder irme al mar.
Y cuándo me siento así necesito más un espacio y un tiempo nada sencillos de conseguir.
Y todo… sin tener claro si eso me ayudará a estar mejor.
Sé que conseguiré salir de este círculo…
aunque ahora mismo no vea la salida.
Con paciencia, y respirando,
el camino será andado.
Siento que estés pasando por un mal momento, si necesitas apoyo o hablar aquí estoy en cualquiera de los modos de comunicación
Me duele ver sufrir a personas que han sido tan importantes para mí, a veces uno tiene bajones que al cabo de unos días no significan nada, tu eres un hombre de altos y bajos y para el que las personas pasamos de ser bestiales a bestias en un plis, no le des demasiada importancia a nada que no la tenga y aferrate a los que te quieren, no te metas en tu burbuja, nadie es una isla, eso sólo te hunde más, saborea el cariño de tu gente.
Gracias Cris. Sí, todo son ciclos, y hay etapas de hincar la rodilla y otras de volar muy alto, así es la vida. Yo prometí en su día dejaros tranquilos, y por mucho que eche de menos nuestras conversaciones vitales, ha de ser así, fue el mejor regalo que podía hacer. Jajajaja y no, nadie pasa de bestial a bestia, los que sois bestiales lo sois para siempre, aunque para dejaros ir haya que pensar en la bestia (que todos llevamos dentro). Nada de burbujas. Cuidaros mucho, un abrazo enorme.