Un año para gobernarlos a todos

¿Cual ha sido el mejor año de tu vida? ¿Eres capaz de elegir uno? Yo no lo tengo claro… sé que mis 23 y mis 24 fueron geniales, pero más por la frescura que por otra cosa, por mis primeros actos sexuales desinhibidos, por la abundancia de amigos, por el amor, primeros trabajos en Madrid… yo que sé. También me gustaba de mis 23 que era el número mágico que llevaba Dios en su camiseta cuando bajó a jugar a baloncesto dentro del cuerpo de Michael Jordan. Sí, aquel fue un gran año.
Haber vivido mis 42 ha sido todo un desafío, y sin duda este año pasará a la historia por muchos motivos, además de los pandémicos. Quería haber hecho una gran fiesta al empezarlos, por ser un número mágico para los frikis (véase «El sentido de la vida, el universo y todo lo demás«), y ahora que los he acabado, no podría hacer una fiesta para celebrarlo aunque quisiera, qué vueltas da la vida. Este año mereciera ser celebrado por todo lo que me ha traído, tantas emociones y lágrimas, tantas risas y orgasmos, tantos sentimientos tan difíciles de explicar, y tan bonitos de vivir, aunque no siempre fueran fáciles..
He querido por encima de mis posibilidades, tengo cicatrices que supongo el tiempo irá cerrando, pero hay personas que te tocan el alma y que se quedan ahí para siempre ¿Cómo sacar algo que forma parte de ti?. Tanto en el amor como en la amistad, he tenido que dejar ir a personas a las que quería más de lo que puedo expresar con palabras, pero el entendimiento a veces es imposible… y por mucho que yo haya tendido puentes, es elección de la otra persona cruzarlos. Y al final, me aferro a recordar las risas y los buenos momentos perdonándome las cosas no dichas, o el no coger el teléfono algún día medio borracho y gritar «Joder, no seamos imbéciles«, una de las propiedades del tiempo es que diluye las cosas malas y sólo nos recuerda las buenas, pero aquello que te separó de alguien supongo que sigue ahí y aparecerá de nuevo si entre ambos, no se limpia a fondo lo sucedido. Y hay una cosa clara también, a veces, seamos mejores o peores, hay incompatibilidad entre personas, y ni toda la fuerza y amor del mundo puede unir a dos polos iguales de un imán. Y una conciencia limpia, no es solo fruto de la mala memoria, también los argumentos y una parte mayor de la verdad, estaba de mi lado en mis mayores conflictos del año. Así que… más lecciones vitales sobre dejar ir, estos últimos años eso ha sido muy importante para mi… y la otra lección del año, es que a veces hay búsquedas que solo se completan, una vez perdida toda esperanza, o cuando dejas de buscar.

«Al final de tu vida solo tres cosas importan:
lo mucho que amaste,
lo bondadoso que fuiste
y la gracia con la que dejaste ir
aquello que no era para ti.
 
Buda
 

Siempre hay esperanza, amor, vida, para nosotros y para los que dejamos atrás. Hace años aprendí que asomarte a las ventanas de quienes siguen habitando tu corazón (y ya no tu vida), puede hacerte daño. Así que no me prodigo por si acaso, pero de vez en cuando me asomo por la rendijita de las vidas dejadas atrás para ver que siguen bien. Entonces me invade la nostalgia, el malestar por no haber sido capaces de acabar bien el libro escrito por ambos, pero sobre todo, me conquista una gran paz al saber que alguien que quiero está bien, aunque yo ya no esté en su mundo para poder contribuir a su bienestar. Todos merecemos felicidad, plenitud, aprendizaje y vida, y no entiendo un amor que no desee a quien has querido, y querrás siempre, lo mejor cada día de su vida.
Este año también he aprendido que a veces los sueños se cumplen, y las búsquedas… encuentran. Que no estamos locos… si sabemos lo que queremos. Que para que te toque la suerte… has de poner de tu parte. Cuando mi barco de madera navegaba en una de las mayores tormentas que había visto en mi vida, encontré un faro maravilloso que no solo me llevó a tierra para salvarme, sino que me reservaba tantas maravillas, que he decidido quedarme a vivir en él.

Bueno, así que… felices 43 para mi, que hoy es mi cumpleaños.
Gracias a los que, pese a mi peor cara géminis, habéis pasado otro año a mi lado, espero que aceptéis a cambio el humilde pago de lo mejor de mi. Gracias a mi familia por ser siempre viento a favor, a Carlos y Vicky por ser los mejores «wingmans» que se puede tener en la vida, y a Virginia por se la copilota perfecta para esta vida. Y a Madonna que me ha recordado cuánto se puede querer a un felpudo con patas.
Los que os habéis ido… seréis bienvenidos si volvéis, si lo hacéis con amor y reconciliación, no con revancha o rencor. Suelo dar primeros pasos y pido perdones aún sin saber si son merecidos, pero creyendo que a veces son bálsamo necesario. Pero si eso ya no basta… tampoco mendigo ni me postro ante oídos que no saben qué quieren escuchar, creo que todos sabéis que aún siendo tonto, no tengo mal del todo el corazón, y es mucho lo que puedo aportar.
Más que nunca, la incertidumbre es el aire que respiramos, así que… seamos presente, para nosotros y para los demás.
Mis mejores deseos para todos vosotros y vuestros seres queridos en estos tiempos tan extraños.
Un abrazo y gracias por seguir por aquí cerca…

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2 Respuestas

  1. Tania dice:

    Por muchos más!!!

  2. Javier dice:

    ¡Felicidades!
    Es bueno seguir cumpliendo años con ilusión

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