Cerrando filas
Los que me conocéis, sabéis que me gusta compartir, llevo muchos años haciéndolo. Por mi pasión con la tecnología, he ido probando muchas cosas desde que tengo un teclado bajo mis dedos… este blog tiene ya más de 15 años, y aguanta estoicamente los cambios tecnológicos, pues ahora las redes sociales mueven más información, junto con esos terribles titulares sensacionalistas (clickbait) que complican mucho creer en una noticia sin hacer una intensa labor de investigación para cotejarla.
Pero a lo que voy, que me desvío, como suele ser habitual.
He vivido grandes momentos en este blog, y también me ha dado sus disgustos. Recuerdo cuando hace más de diez años, mi entonces pareja vigilaba los comentarios que me hacían y si había alguno cariñoso de más me costaba un fin de semana de gritos, o aquella «amiga» que podría querer algo más… y que demostró lo loca que estaba cuando un 28 de Diciembre revelé al mundo el nacimiento de mi inexistente hijo. También han estado las que al partir de mi vida me dejaron «muestras» de su amor, algunas tan increíbles como sorprendentes, indicando que hacía lo correcto, otras más justas y que me incitaron a reflexionar largo y tendido.
Mucho más recientemente, he tenido mis fantasmas… abrirte al mundo no siempre es fácil, y a veces hay cosas que te recuerdan que esto puede leerlo cualquiera. El otro día dejé fluir mi tristeza y la pareja de alguien importante lo leyó sintiéndose identificado, sentía yo entonces una mezcla de rabia sin justificar por la situación que nos une mezclado con un «no somos tan distintos», en otro mundo incluso seríamos buenos amigos. También recientemente alguien me preguntó por mi ex, y pasé por su Twitter para ver sorprendido un enlace a este blog de hace poco tiempo ¿Qué querrá decir? ¿Qué será de ella? Espero esté bien aunque en su día comprendí que no era responsabilidad mía… no es nada fácil mirar hacia delante sin preocuparte alguna vez por quienes quedan atrás. Muchas de estas cosas me han hecho consciente de cómo lo que cuento a veces excede mi propio límite de la intimidad… de ahí que haya «recogido la ropa» y retirado algunas cosas, que he guardado con mi mimo en una caja, para sacarlas más adelante si así lo siento.
Cuando compartes tu felicidad, siempre ves gente que se alegra por ti, pero también hay quien te maldice, por haber salido de tu vida o porque ellos no son capaces de encontrar paz en sus vidas. Mirando para mi… creo que me he abierto demasiado en algunos momentos… y que es hora de cerrar filas, y de preservar algunas cosas solo para mi.
Hay muchas cosas bonitas o divertidas que compartir, historias sin nombre y sentimientos que no salgan de lo más profundo.
Con tanta pasión por compartir… a veces olvidamos que es más importante vivir.
Y últimamente estoy muy ocupado viviendo… no sé si lo hago bien o mal, pero si sé que valoro más ser feliz… que contarlo.
Y sé que tendré que hacer cambios en mi vida, y tanto sin funcionan como si no es así, yo recibiré el castigo y el beneficio de mis actos y elecciones.
Supongo que de eso se trata la vida, prueba y acierto, miedo y valentía, besos y sequías.
En cualquier caso… gracias a los que me leéis, sea lo que sea lo que os impulse a hacerlo.
En las noches más oscuras, os escucho respirar a mi lado.
Y algunas veces, traéis una vela en la mano.
Aiiiiss…con lo bonito q es leerte…vive y no pidas perdón por hacerlo…vive y comparte se puede hacer todo no?!.. Jjjj…haz lo q te rote…se honesto y se feliz…te mereces lo mejor…se libre pajarillo
Te leo porque cada palabra que escribes merece ser leída y tiene sentido para mí. No permitas qie te corten las alas. Ser valiente, vale la pena
Gracias Mamen. Tienes razón, me pondré Valiente de Vetusta y a por todas.
Jo, muchas gracias Mer, se valora mucho tu apoyo…