Épocas de tiempo bala

Hay algunos momentos de la vida en los que todo se dispara y las tareas y eventos parecen amontonarse sin apenas espacio en la agenda. Suele coincidir con una sucesión de acontecimientos, como varios cumpleaños en batería, estrenos de cine, conciertos o viajes, y según se aposentan en tu agenda tienes la sensación de que las próximas semanas o meses, tu vida no es tuya. Debes cruzar acontecimientos, unos más deseados, y otros meros compromisos, para llegar a uno de esos místicos momentos de paz, sofá, peli y manta, o una de esas gloriosas mañanas de Sábado sin despertador.
A veces parece inevitable no agobiarte por la sucesión de citas en la agenda, por el miedo a que si algo sale mal, lo demás siga el mismo camino, a no estresarte por tanto que queda por hacer y darle la espalda a la calma que te brinda el vivir en presente.
¿Sabéis cual es uno de los motivos de que todo pase tan rápido y se nos disparen los nervios?
Sí, de nuevo nos hemos olvidado de respirar despacio… y hondo.
Parece una tontería, pero ¿cuanto tiempo lleváis sin respirar conscientemente?
Pues por ahí andaré yo…