El pasado es presente

Hace tiempo, en alguna de las muchas series de ciencia ficción con las que he compartido mis horas, alguien decía esa frase, creo recordar que era mi bien amada Babylon 5, esa serie cuyo maltrato jamás perdonaré a los guionistas de The Big Bang Theory y que para mi, es casi sagrada.

«El pasado es presente.»

Y algo aparentemente tan absurdo se desliza por mi mente cuando una y otra vez, lo que fue se cruza con lo que es, y siembra una posible semilla del qué será. Me recuerda a otra cita vírica que me ha acompañado media vida, una del escritor Eduardo Mazo con la que le dedicó a mi padre un libro en las ramblas mucho antes de que yo naciera.

«Lo imposible está al caer!!!!»

Y entre imposibles inevitables y pasados presentes me dejo envolver a veces en la nostalgia de la incertidumbre, disfruto de mi pasaje en este tren de destino conocido y paradas tan sorprendentes como inciertas, es su trayecto que es, sin duda, su verdadero destino… y cuando pruebo una cucharada de esa sopa salada de casualidades, pretéritos, imposibles y guiños, no puedo evitar creer, me perdone la ciencia, en mis queridas Parcas.