Zoológico de seres y avatares
Las parejas que son agua y aceite, que por mucho que los agites no se mezclan, y que pese a ello, siguen juntos, ignorando una certeza para aferrarse a esas migajas de afecto, deseo o analgésico contra la soledad que los mantiene unidos. Mirar hacia otro lado es un buen antídoto, como golpearse un pie puede serlo para olvidar la herida que tienes en la mano, pero no por ello deja de existir eso último.
La personas que reniegan del amor, que no creen en él, que aseguran que no existe, que odian a muerte cualquier celebración al respecto, que sienten asco por aquellos enamorados que les rodean, que juran que nunca se enamorarán… y que meses después lo hacen, siento tremendamente empalagosos y celebrando a grito perdido el amor que han encontrado. Estas personas son cíclicas, tan pronto como les vaya mal, volverán al estado de negación.
Las personas que sometidas a un entorno de trabajo duro, estresante y hostil, acaban cambiando su carácter dejando olvidado lo que fueron, ocultando tan bien la calidad humana que exhibían y que parece ausente, pues el deterioro del día a día ha conseguido que las políticas y las malas energías se adueñen de su forma de vivir y concebir el mundo, y envueltos por la manta corporativa no son capaces de verlo.
Las personas que se enfadan tan sin motivo, que apenas recuerdan qué los enfadó en su día. Tan solo saben que están enfadados ¿Por qué? Pregúntaselo y verás como giran los ojos para recordar el origen del berrinche… y aparecerá entonces como un mazo su cabezonería, fortaleciendo un argumento que no tienen claro… porque nadie dijo que no teniendo claros argumentos ni motivos no puedas tener toda la razón ¿no?
Quizás yo soy uno de ellos, o no, o quizás un poco de todos,
sea este pues, el primero de los episodios,
de uno de tantos zoológicos.
Puede que todos tengamos un poquito de todos, o que en alguna ocasión hemos sido el agua o el aceite, el enfadado sin motivo o el estresado… lo bueno es darse cuenta, es aprender, es rectificar y no convertirnos en una especie tipo.
Me gusta tu catálogo de zoológico…
Muy reflexiva la entrada, cada uno en su día a día encontrará su zoológico particular, más que nada porque te encuentras con cada especie que te preguntas ¿y tú de dónde has salido?
Un beso!!
Tal vez se nos olvide a veces que una pareja es la suma de dos individuos, cada uno de su especie y en su jaula… Espero que sigas con el catálogo!!!
Abrazo de perezoso (no el ánimo sino el animal)