El amor sin estrategia
El otro día pensaba sobre cómo la estrategia puede convenir al amor, aunque corras el riesgo de que lo transforme en una partida de ajedrez, y cómo para los románticos incurables eso puede suponernos un agravio hacia ese sentimiento tan maravilloso. Eso si, también hay que aclarar que la estrategia puede ser en muchos casos la ayuda que la cabeza puede prestarle al corazón para ver realizado un sueño.
Una cosa es lo que tu necesites hacer, en relación con alguien, y otra lo que se deba hacer para conquistar a ese alguien. Por ejemplo… en un momento desesperado, podrías mandarle mil mensajes por algún motivo que te preocupe, pero eso le generaría agobio… la estrategia recomienda paciencia y esperar (el efecto hacerse desear) el corazón te gritará todo lo contrario, siempre tan ciego y alocado. Y eso, dejando de lado una cruda realidad… que cuanto más interés muestres en alguien, más complicada se hará la ecuación, la estrategia de no volcarse demasiado es, a menudo, muy recomendable.
Otro ejemplo:
– Conoces a alguien y esa persona te fascina. Aunque haya mil cosas que no conozcas de ella, te atrapa en sus redes, te vuelve loco, no necesitas saber más, ni tan siquiera saberlo todo (otra utopía que también merece la pena). Unas veces será tan solo su belleza, otras verás algo en esa persona que te cautive, y en los casos más importantes, serán carácter y belleza, entrelazados, rama y flor, los que consigan apoderarse de ti.
Claro, una vez encandilado, sentirás la necesidad natural de reflejarlo, decirlo, suspirarlo, gritarlo… decirle al mundo ¡Estoy enamorado! y sobre todo, decírselo a la persona objeto de tu amor, esperando, inocente y quizás hasta estúpido, que seas correspondido. El ser humano a veces es como un perrito, cuando alguien levanta la mano para acariciarte, crees que te va a pegar, y en el amor, por sincero que lo sientas, ocurre algo parecido, pues tu transmites lo que sientes… pero la otra persona es muy probable que lo reciba con desconfianza y/o miedo, o bien pueda entender que esa hiedra de amor honesto que se apodera de tu cuerpo, sea en realidad la clásica orquídea «quiero follarte».
Por ello, manifestar abiertamente tu amor por alguien, inicialmente, puede ser un gran error, pero ¿eres capaz de hacer que la estrategia prevalezca sobre el corazón?
Image from Stockvault. Called «Chess pieces», from Barry Haynes (thanks)
Ahí es donde entra la compleja estrategia, la serenidad de manejar bien tus pasos para ver si aumentan tus opciones. Pero claro, con una orquesta de mambo en tu corazón ¿Quien puede pensar en estrategias? Pues no es asunto fácil, claro. Convertir un cálido sentimiento en una partida de ajedrez en esos momentos es antinatural para ti, y hay algunas personas, como yo, que hemos demostrado ser completamente nulos en esta tarea. Recuerdo que una vez, hace tiempo, yo hice de estratega para un amigo, y al final, le acabó funcionando, y consiguió hacer «suya» a su pareja, pero ser tú mismo el estratega de tu vida, cuando no puedes controlar tu corazón… o bien eres un cabrón manipulador (en cuyo caso el objeto de tu amor merece algo mejor), o es realmente complicado.
Se puede ser estratega cuando buscas una relación esporádica o tan solo sexo, pero cuando estés enamorado te será mucho más difícil, pues tus actos delatarán tus sentimientos, y quizás, el día que menos te lo esperes, conseguirás que siendo tu mismo alguien te mire con los mejores ojos posibles, y haga sentir correspondido a tu corazón desbocado y atolondrado, imagina… amar y ser amado.
Supongo que esa última es mi estrategia,
y quizás muera creyendo en ella,
solo… pero creyendo en ella :D
uyyyy me identifique muuucho! Debatirse entre cambiar y ser mas cerebral en los afectos (estratega) o no cambiar romantica incurable.
Y no será en sí la publicacion de esta entrada una estrategia?
jajajajajaja pues no, la verdad
Sino lo admitiría
Jeje, pues parece una explicacion para alguien
No, de verdad, de corazón que no es así :)
Era un reflexión propia compartida
Seguir estrategias en la vida te puede ayudar a conseguir mucho pero en el terreno del amor es pretender llegar a alguien, en mi opinión, con poca humildad y sinceridad.
Ahí vamos unos pocos/as en ese camino…solos…pero con sentimientos reales y sinceros. A buen puerto llegaremos, estoy segura.
Un abrazo.
Ahí coincido contigo,
no me parece honesto usar la estrategia, y no el corazón.
Un abrazo enorme Mar
En mi caso creo que, definitivamente, no sirvo para estrategias, ni para practicarlas ni para que las practiquen conmigo. Además, cuando se trata de amor verdadero sobran las estrategias, ¿no? A mí me sale darme, del todo, sin pensar, sin red de salvamento que frene la caída :)
Totalmente de acuerdo contigo. Cuando no sirves…no sirves aunque lo intentes mil veces porque quien manda es el corazón.
Saludos.
Un amor estratega me parece un amor descafeinado :)