«… adonis y tipejos …»
Un típico caso de pilotaje defectuoso de las relaciones en la juventud. A los diecinueve años conoces a un hombre: por fuera, un adonis, un paquete de testosterona, una maleta sexual verdaderamente repleta; por dentro: hueco, sobre todo en la zona del cerebro. Pasas dos años emocionantes esperando, hasta que al fin abre la boca. Entonces, se rompe el encanto. Tienes 21… y por supuesto, conoces de inmediato a otro envoltorio bonito. Piensas: esta vez habrá algo más dentro. Pero no, próximo intento. Así se va tejiendo un destino clásico de las mujeres: creen que necesitan siempre a los mismos tipejos para corregir la «equivocación de la primera vez».
De «Contra el Viento del Norte» (Página 130)



Eso es, ¡casa es amor!, en tan sólo cuatro letras.
Sí, yo cada día trabajo un poquito mejor la gratitud. Y respeto las decisiones de quienes quiero, aunque les lleven…
Cuanta razón querido katre! Yo me siento un poco asi, dándome golpes contra una pared! El miedo paraliza y no…
¡Muchas felicidades! Es un placer y una pequeña dosis de esperanza seguir viéndote por aquí. Brindo por otros tantos años…
20 años no son nada... felicidades por mantener intacta tu integridad y tu actitud ante la vida! Peor para el…