FAITH (Desde mi casa del lago…)

Hoy pensaba en el mundo (qué original ¿eh?) en la gente con la que me he cruzado últimamente (weeks, months…), en lo que parecemos en las redes sociales para quien nos ve desde fuera, y en lo mucho, que como decía una amiga, se puede aprender de las personas en un sitio como Twitter. Quiero creer que yo no soy tan transparente, o quizás sí, lo que también tengo claro es que tengo algún que otro As en la manga, cosas que nadie o casi nadie conoce y que me definen como persona. Hace muchísimos años que escuché por primera vez ese proverbio chino que reza «El sabio sabe lo que dice y el tonto dice lo que sabe y yo, como buen chico «punto medio», intento estar entre ambos, y sobre todo, no ser de estos últimos.

Y pensando en todo eso vino a mi cabeza una canción, el tema clásico de George Michael, y recordé aquella mítica y legendaria escena de Eli Stone (qué serie más acojonante, por cierto). Qué ejemplo más bonito sobre la importancia de la actitud el de nuestro querido Eli Stone, cuanto he podido aprender con él. «Fe», pero ¿en qué? ¿en quién? En nosotros mismos, en la vida, o incluso en el amor. En esta etapa de mi vida me ha tocado cruzarme con almas errantes, temerosas, ciegas, sin rumbo (¿será cosa mía? ¿el campo gravitatorio terrestre? ¿afectará también a los ratones albinos?). En unos casos he visto (o creído ver, que igual tengo estrabismo binario) cómo estas personas dedicaban sus fuerzas a relaciones con sórdidos destinos, en otros casos, cerraban completamente sus puertas al amor o incluso sufrían por un amor que perdieron y que ahora mitifican y sitúan en lo alto de un altar para superar el vacío que tienen a día de hoy en sus vidas.

Y me llamó la atención que alguien cuestionara mi fe en la gente, el mundo y el amor, sobre todo en esto último. Aunque todos nos protegemos, no creo que esas corazas atenúen el dolor tanto como nos limitan la sensibilidad hacia el mundo. Cuando miro a mi alrededor cierto es que no tengo muchos ejemplos de amor verdadero, en mi vida he conocido tan solo tres o cuatro casos de amor pleno, en los demás he visto desequilibrios, roturas, vacíos, complejos, o alguna de las partes sufriendo y perdiendo su propio carácter, o bien personas que ceden al vacío aferrando una opción cómoda, buscando una seguridad como fundamento de una vida, que es de todo… menos segura. Pero supongo que debemos creer en algo más grande ¿no? En algo «real»… lo complicado sería cómo definir esa realidad. Es un rollo en plan película americana, pero que nace del conocimiento continuado y no del flechazo, o más bien… primero lo uno y luego lo otro, y viceversa; luego la sincronización de relojes y estados vitales, y a todo, echarle tres guindillas… en fin, ya seguiré con la receta, sigo experimentando en mi cocina. Una parte de mi me pide que asuma que pensar así me puede llevar a morir solo, pero si así fuere: 1 Disfrutaré mucho la vida, 2 Creceré mucho como persona y 3 Tendré que clonarme para garantizar mi descendencia. La otra opción, claro está, es encontrar lo que busco, y si así fusiese, espero ser un regalo (bueno) para una persona especial… diferente… en fin, yo sé bien lo que busco. Incluso poniéndome en plan mimosín sé que ese día un día llegará, no será pronto ni tarde, cuando no queda cerilla ya, es el dedo lo que arde…

Creo que cuando empiezo a canturrear es que necesito irme a casa y descansar, o qué coño, irme a bailar por ahí. Voy a echarle un vistazo al desvarío escrito y si me entiendo mínimamente lo publico.

NOTAS:
– Las faltas ortográficas son intencionadas, mi corrector y yo tenemos nuestros problemas, y mis traumas infantiles con los esquivos hiatos me eliminan como barrera de defensa.
– Este post no es «cani/choni/troll ready», y ciertas palabras pueden causar sobrecalentamiento cerebral.
– ¿Soy reincidente? Pues claro joder, soy yo mismo… nada de playboy, esto es puro directo, y me repito como el ajo.
– mmmm me se ha olvidado algo…. mmmmm
– Pues nada, muchos coitos para amenizar la tarde, hasta mañana, a ver si se me pasa la tontería.