Nexus One, impresiones tardías… pero mias

Tras tener al fin el Nexus One en mis manos tengo mucho que contar al respecto. En primer lugar, el HTC Legend ha sido un móvil excelente, me ha costado moverme al N1. Lo segundo, comparándolo con el HTC Desire, tiene ventajas como el micrófono supresor de ruido y el ser el «capitán» del equipo Android, pero el Sense que incorpora el HTC Desire es para mi un gran punto a favor como para recomendarle a quien dude entre ambos que elija el Desire, es más amigable con el usuario medio.
Eso si, el Nexus One viene libre de serie y trae una chulísima funda de neopreno.

Un gran móvil…
El primero de los grandes Androids (precedido en su día solamente por el Milestone de Motorola) es una maravilla. El teclado en pantalla es más preciso y cómodo que en otros modelos de Android, muy «iPhone». No fue fácil pasar de los 7 escritorios del Legend a los 5 que lleva el Nexus, pero todo cabe. La cámara es excelente, de nueva generación, con flash y una óptica excelente para un móvil. El equipo que forman sus 512 megas de RAM y su corazón Snapdragon le dan una potencia que permite ejecutar mil cosas a la vez sin sufrir ralentizaciones. Para mi, la mayor mejora respecto a otros droides ha sido el Bluetooth, con unas especificaciones más amplias que otros modelos, y que ha encajado a la perfección con mi coche, donde antes no podía escuchar música por este medio. Ahora, con el equipo Nexus-Spotify, es realmente incréible como solo entrar en el coche y meter la lleve, el móvil se conecta y le da al «play» en el Spotify allá donde estuviera, pudiendo pasar canciones con los mandos del volante, una verdadera maravilla.
Y el teléfono, que viene tan soso como se puede ver a la derecha, cobra vida en cuanto empiezas a personalizarlo con aplicaciones del Market, widgets, con mis básicos, y con nuevas herramientas que probar.

Lo bueno que tienen los móviles Android son la variedad de formas, las diferentes gamas, desde los más básicos como el Tattoo o el Magic, hasta los más bestias que han salido en otros países como el EVO o el Incredible, y en el medio, variantes con o sin teclado, más o menos pequeños, en colorines… y un sistema intuitivo y sencillo que lo mueve todo.

Me costó hacer el cambio, pero en unas horas ya estaba enamorado de este maravilloso y esperado terminal, y nuestro idilio será largo… nunca nadie se había conectado a mi tan bien como él lo hace, y se lo recompensaré con una vida (tecnológica) de amor y cariño… sé que viviremos mil aventuras juntos.