Navidad, navidad… dulce locura y crisis en navidad

El mundo sigue girando y yo más perdido que Adan en el día de la Madre, próximamente espero mantener un ritmo más uniforme de «posteado» pero la verdad es que ahora mi cabeza está muy atareada entre sueños y proyectos, así que tampoco le puedo pedir mucho más a mis tres neuronas.

La navidad está aquí, ya se empieza a sentir la presión de comprar los regalos cuanto antes y los clásicos agobios de «por mucho que viaje no los veo a todos«, menos mal que en la mitad de mi familia habita la cordura y la abnegación animándome a emplear mis vacaciones en descansar, y no en su propio beneficio. El egoísmo es un cáncer que se expande fácilmente, y si bien yo sigo con mis sesiones de quimio día a día hay quien no se dá cuenta de que está ahí y ni se plantea comenzar un tratamiento.

A lo que iba que me desvío, que la navidad ha llegado, no sé si me dí cuenta este fin de semana colgando las bolas de colorines de la cornisa de casa o ayer cuando los traductores de la empresa compartieron su surtido de polvorones con nosotros mientras colocábamos en la oficina unas luces al más puro estilo «bar de carretera«.

Me está llevando su tiempo, pero el próximo 24 de Diciembre espero estrenar nuevo diseño, bueno, y alguna sorpresilla mas, como os comenté… necesito colores, y he dado un paso atrás para coger impulso y dos adelante para emprender el vuelo en una nueva etapa de este Peor para el Sol.

Presonalmenente, estoy bastante tranquilo, intento conservar esta paz interior tan poco galardono en posts rosa fuxia y aunque por momentos me altere, intento volver a mi cauce rápidamente. El tiempo me ha hecho más calmado, contenido… aunque menos tolerante con algunas cosas, bien por cabezonería o bien por esas ganas de no ceder allá donde siempre lo había hecho antes. Hablando de ceder, científicos suecos demostraron ayer que puntualmente puedo ser bastante gilipollas, no en el sentido en que lo son muchos madrileños, sino como sinónimo de buenazo y de dejar que las gallinas coman en mi cabeza. Pero es lo que tiene la paz interior, que la ira se te estriñe… y pa cuando sale ya es tarde, pero bueno, como comentaba hace tiempo referenciando una gran película, la vida no es mas que una o varias partidas de ajedrez simultáneas, y hay que tener clara una estrategia… y la mía empieza por la calma, los movimientos magistrales los dejo para más adelante.

La crisis, vaya con la crisis, esa que no afectará a la antaño moribunda Nintendo… la crisis es para muchos una excusa para reducir plantilla sin primeras planas y un motivo de lamento porque este año ganarán menos dinero… otros en cambio ven truncada su vida e inician su transición a una época carente de fé y luz… que dura será esta navidad para muchas familias, y para muchos padres que intentando que sus hijos no noten sus nervios, harán lo posible por darles lo mejor, sin descuidar dejar algo para ese incierto mañana.

Así que concluiré esta selección de desvaríos con un deseo de paz y amor para vosotros y vuestras familias, y que estas fiestas os regalen vuestra primera Wii, PS3 o XBOX y que folléis como conejos (darle un tinte personal a esto es muy difícil, disculpad la grosería…)… que no recibáis muchos mensajes SMS de esos de copiar y pegar, aunque será vital que tampoco los envieís vosotros, si os aburrís, llamad a vuestra pareja… y bueno, «duracell«. Que no se os ocurra poner el niño en el belén antes de 24, el otro día alguien me decía que no es ser fiel a la navidad… a lo cual yo respondí «Y cuanto tiempo se supone que va a estar María de parto con los animales y Reyes mirando«, en fin, la iglesia, siempre con opinión pero sin respuestas.
Idme con cuidado (y con cadenas) por la carretera, vale más llegar tarde y comer las sobras que correr mucho y llegar cuando no hay en la mesa ni polvorones. Por cierto, rompo una lanza en favor de los pistachos, deberían tener un mayor protagonismo en Navidad… y acompañados de un buen «White Widow’s joint» aún mejores, como el de la imagen.
Bueno, me voy que tengo que sacal dinero para pagar la lotería de la empresa, por el rollo ese de lo mucho que me jodería verlos a todos ricos menos yo siempre caigo y pido alguno…
Os dejo con un ingenioso dibujo de Alberto Montt, de sus dosis diarias:

PD: Quien opine que he vuelto que levante la mano :-)