Miss Believer

Esta mañana ha comenzado despacio pero bien, con mis compañeros viendo un video en una página de MySpace… era, ni mas ni menos, que una página de otro de mis compañeros que se había fusionado con la cama y que no ha llegado hasta un par de horas después. En su rincón, hay un tema muy interesante que imagino compuso él, pero si que sé que toca y canta. Su voz es tan dulce como él, Ollie es un chico inocente y bonachón, de esos que no siempre están despiertos, pero un tio muy noble y con un gran corazón, nunca pensé que diría esto de un «tio», pero es un personaje muy dulce. Su canción lleva toda la mañana dándome vueltas por la cabeza «…call me miss believer…«, y supongo que será un tema que escuche a menudo, para recordármelo a él y a los diversos componentes de este viaje en el que he disfrutado de gente extraordinaria, una canción con olor a Roma y a esta gente que aún me rodea.

Miss Believer… eso engancha con el otro suceso extraño destacable de la mañana, una contestación de Patri en un debate sobre el chovinismo y cómo la sociedad a menudo impone, casi sin darse cuenta, unos valores que tienen que ver con ella (la sociedad, vaya), no sé si es por pereza o inconsciencia o porque realmente no quiere cambiarlos. Pero le pese a quien le pese el mundo cambia, mientras esta civilización siga en pié tendremos que aprender a crecer juntos o morir como individuos, los hombres y las mujeres somos distintos… claro que sí, pero precisamente eso nos hace mejores, pues complementándonos obtenemos ese superhombre que puede llegar a las estrellas, y cuando la gente vuelva a leer las escrituras sagradas de su credo, cuando las olviden, quizás podamos recordar el origen de todo. Según evoluciona una sociedad, deja atrás su machismo, es algo, para mi, evidente, y parte de esa evolución consiste en dejar atrás ciertas creencias, a menudo la religión no es mas que una pesada cadena que nos hace a todos parecer fantasmas encantados en la enorme mansión de la vida. Y no es mala esa fé para quienes están perdidos, y mucho menos para los que encuentran su salvación en ella, pero no estaría mal derribar parte del muro con el que hemos construido el mundo y empezar de cero, es la mejor manera de construir algo serio.

Es complicado encontrar razones para el optimismo en este mundo, pero aún quedan muchas semillas que plantar… están escondidas en los olluelos de muchas sonrisas, en los ojos de muchos «believers», jóvenes John Lennon que quieren cambiar el mundo y no están dispuestos a dejarse volar por la primera ráfaga en contra… hay mucho trabajo que hacer, y no debemos dejarlo para otros, todo cambio empieza en nosotros mismos.