Reglas, Errores… ¿y algunas verdades?
Una de las cosas de las que he aprendido mucho últimamente es el modo que tenemos los seres humanos de comparar lo que vivimos en relación a lo que hemos vivido, supongo que es normal… pero en muchos casos, incorrecto. De ese modo, nos dejamos llevar por prejuicios, y no hablo de razas ni de géneros, sino de cosas más simples. A veces, todo ese bagaje emocional que llevamos con nosotros no nos permite apreciar los actos por si mismos, intento poner ejemplos. Un «Te quiero» no significa lo mismo para una persona que para otra, por lo que debemos aprender o intentar al menos conocer lo que significa eso para quien nos lo dice. Tampoco los gestos significan siempre lo mismo, un masaje en los pies se puede dar por muchos motivos, y no pretendo reabrir el jodidamente mítico e inolvidable debate de Pulp Fiction, pero desde luego hay que conocer lo que siente el que da el masaje y el que lo recibe para juzgar el acontecimiento.
Es importante matizar nuestros sentimientos, explicarlos, lo que para ti puede ser un mundo entero de amor para otra persona puede pasar desapercibido y no verlo, y ojos que no ven… corazón que no siente, y los sentimientos deben fluir y ser transmitidos mas allá de gestos, no ahorréis palabras, sobre todo las bonitas, las malas de poco sirven y nada cambian, pero expresar lo que alguien te importa le puede dar fuerzas a esa persona, le puede hacer sentirse importante para ti en lugar de prescindible, y puede pasar de sentirse una estación en tu viaje a un destino, liberarte de cargas es posible, y decir algo puede ser tan vital como el aire, y eso te puede hacer más feliz… sea cual sea la reacción, que si tu receptor merece la pena, creedme, será la mejor.
Lo que necesitamos no tiene mucho que ver con lo que obtenemos, por eso es necesario saber pedir y no esperar a que el mundo cumpla nuestros deseos en un gesto de complicidad, demasiado a menudo confundimos los sentimientos al cruzarnos con personas tan dispares… cuando hace unos años veía sencillo conocer a la gente, la gran cantidad de decepciones me ha hecho replantearme mucho ciertas perspectivas, apenas me quedan ídolos a los que mirar, personas en las que creer, y me pregunto qué pasaría si algunas de esas personas de las que cuento con una mano me fallara demostrándome que mi modo de verla era erróneo. Siempre me he negado a perder la fé y la ilusión, espero seguir negándome siempre, y seguir conservando personas, y seguir conociendo amigos, y seguir abriendo caminos.
Lo mismo creo que pasa conmigo, estoy seguro de que mucha gente ha malinterpretado mis gestos y por eso he tenido problemas con ellos o nuestras vidas se han separado, y por muy lamentable que me parezca… ni puedo hacer nada ni creo que debiera obsesionarme con ello, la gente que sigue a tu lado con el paso de los años ha luchado por aguantarte y comprenderte, y aunque el tiempo demuestra el valor de las personas que llevas contigo, a veces eso tampoco es suficiente… los disfraces, hay gente que no se los quita ni en Halloween.
No hay reglas, solo podemos agudizar ese sentido «arácnido» que nos ayuda a distinguir lo bueno de lo peor, esas pocas pepitas de oro de la inmensidad de la arena, y siempre deberemos vivir con la duda de que esconden los pensamientos de nuestros seres queridos, de lo cierto o no que hay en ellos, y simplemente esperar… a que la máscara deje ver como somos realmente, porque cuando aprendes a vivir te das cuenta que las máscaras no sirven de nada, y cuando te la quitas, sabes que quien sigue ahí merece la pena… no vale la pena vivir una vida llena de mentiras, somos humanos, sintámoslo, liberémonos de miedos, demos a la gente la oportunidad de conocer nuestra verdad y de que cuenten la suya, para corazones nobles eso solo supone una mayor unión… sólo quien es capaz de desnudar su corazón merece la plena confianza de aquellos seres a quienes ama, y sólo así podremos mirar a nuestro lado cuando progresemos en nuestro camino… y no estaremos solos.
Todos cometemos errores, muchos, y lo único importante de todos y cada uno de ellos… es lo que nos enseñan.
Paul Simon – Crazy Love (Part II)
Me gusta. Tal vez cabría reflexionar más acerca de esas máscaras, de esos mecanismos de defensa, de esas armaduras con que nos envolvemos en ocasiones. Todo tiene una razón de ser, nada es innombrable; todo tiene un origen y es consecuencia «causal» de acontecimientos vividos, soñados, sentidos…. o deseados.
Los mitos tienen, en demasiadas ocasiones, los pies de barro.
Reconforta comenzar un domingo leyendo tan coherentes reflexiones.
Un abrazo, Katre.
Buena música de fondo… me lo tomaré como un guiño =)
Nchi
P.D. Si necesitas hablar ya sabes dónde encontrarme =D
Genial este post. Gracias. Precisamente hoy pensaba enviarte un email diciéndote que aunque suene rarísimo y quizá no te importe tu blog me hace ser un poquito más feliz muchas veces.
Veo que empleas tu tiempo libre pensando y llegando a conclusiones y eso siempre es bueno.
Hablamos, te echo de menos.
Un beso.
AmplitudVisible, todo el mundo necesita escuchar cosas así de vez en cuando… es un modo de sentirse vivo. Muchas gracias
Gracias, por compartir y expresar en tan claras palabras esos tan profundos pensamientos, ………me hace feliz saber que hay gente como tu, …………. y que hoy dia la tecnologia nos permite vivir momentos como este.
ME has dado un buen momento……que tu tambien los tengas.Un abrazo.
Me ha gustado mucho este escrito, te felicito, ahora mismo estoy en un momento en el que me siento identificada y estoy completamente de acuerdo con todo lo que en él se dice. Muy bueno.
Un abrazo enorme, Kike. Tu amiga, Patti.
Cuando algo tan grande como este texto te pasa por delante que difícil mantenerte al margen…
Que importante «mimar» (no sé con que tipo de reglas ni criterios) cada situación.
Un saludo y gracias de nuevo